Pleno del Parlamento de Canarias | A vista de guirre

Sobre la existencia de la agenda canaria y otros prodigios

El pleno tuvo que soportar la triste defensa de la decisión de anular el catálogo de vestigios fascistas en Santa Cruz de Tenerife

Luis Campos, portavoz de NC-Bc durante la sesión plenaria de control al Gobierno, ayer. | |

Luis Campos, portavoz de NC-Bc durante la sesión plenaria de control al Gobierno, ayer. | | / ANDRÉS GUTIÉRREZ

Alfonso González Jerez

Alfonso González Jerez

¿La agenda canaria existe? ¿Es animal, vegetal o mineral? ¿Está bautizada o ya murió con la esquela escrita en catalán? Con el paso de los meses se está acumulando una teología alrededor de la agenda canaria que ya quisiera Duns Scoto. Para el Gobierno canario y singularmente para su presidente, Fernando Clavijo, la agenda canaria debe seguir viva, pero siempre el peligro, para que Coalición Canaria vele por ella; para el PP la agenda canaria es un trampantojo, y Pedro Sánchez solo anhela incumplirla para reírse de los isleños entre carcajadas diabólicas, para el PSOE un es documento que se cumple gracias al compromiso caballeresco de Pedro Sánchez, y a pesar del obstruccionismo de la derecha, la extrema derecha y Falange Española Auténtica, para Nueva Canarias es un documento que está bien pero que ojalá que no se cumpla para fastidiar precisamente a Clavijo, a su parroquia coalicionera y a sus socios de gobierno, para Casimiro Curbelo un negocio y para Vox el Anticristo. En el pleno parlamentario de ayer, un pleno ordinario del todo, le preguntaron reiteradamente al presidente Clavijo por la agenda canaria. Lo que ocurre es que todos saben (al menos deberían saber) que será a partir de septiembre, cuando ya exista un gobierno en Cataluña, cuando sabremos si Sánchez dispondrá de los suficientes apoyos en el Congreso de los Diputados –necesita el concurso simultaneo de ERC y JxC – para aprobar decretos leyes y, más adelante, plantearse unos presupuestos generales para 2025. Si los tiene, si consigue mantener su heteróclita y apretada mayoría parlamentaria, podrá cumplir con la agenda canaria –más o menos – y seguirá adelante la legislatura. Si no es así Sánchez está obligado a disolver las Cortes o en este otoño o en el invierno del próximo año, y convocar elecciones generales. Mientras tanto la agenda canaria –en efecto –sigue viva través de transferencias de capital que autoriza el Ministerio de Hacienda.

Como pueden ver el cuento es muy sencillo pero la voluntad narrativa de sus señorías está cargada de ambición. Así que ayer Luz Reverón le preguntó de nuevo a Clavijo sobre la agenda canaria, sobre si está muerta o está de parranda, porque Sánchez no tienen ningún propósito de cumplir sus compromisos y solo le interesa su propia agenda con un único punto: mantenerse en el poder. Clavijo, para seguir la costumbre, se mantuvo sereno y tranquilo y explicó que no era ingenuo, pero sí optimista, que el aborto de los presupuesto generales para este año ha supuesto sin duda un parón, pero que varios puntos de la agenda canaria se mantienen vivos: la gratuidad del transporte público en tranvía y guagua, el concurso de 300 millones de euros para nuevos generadores eléctricos, las ayudas a comerciantes y los ERTE en La Palma. Habrá que esperar hasta la celebración de las elecciones europeas para saber si el horizonte político y legislativo se despeja porque solo así se puede gobernar en España ahora mismo: con cuidado, con realismo y a poquitos. Otra cosa es que así puedan abordarse las grandes reformas que urgen en España. Y en Canarias.

Después de tranquilizar a los usuarios de ADSL que pueden quedarse sin conexión a internet de un día para otro llegó Luis Campos y mandó a parar. Al portavoz de NC le alarma sobremanera que el presidente soltara recientemente la sugerencia de recortar las cotizaciones sociales a aquellos empresarios del sector turístico y de servicios que paguen sueldos superiores a la media del convenio; el Ejecutivo abonaría la diferencia. En todo caso se trataría de una medida temporal. Campo mostró su alarma porque eso es favorecer a empresarios con dinero público y las cotizaciones son imprescindibles para pagar las jubilaciones y sufragar el Estado de Bienestar y estuvo a punto de desollarse los labios mencionando la palabra neoliberal. Lo extrañisímo es la reacción de Campos porque bajarle a los empresarios temporalmente las cotizaciones sociales –afrontándolas los gobiernos – es una práctica para nada estrambótica en muchos países y muchos contextos de crisis o malestar social. La cuestión – como siempre – es su prolongación en el tiempo y su auténtico efecto en los salarios a largo plazo. Clavijo se encogió de hombros: su gobierno está dispuesto a probar medidas nuevas, no a repetir medidas inútiles, y la busca en común de nuevos estímulos para mejorar empleos y salarios se inscriben en la agenda canaria. El jefe del Gobierno recordó a Campos con el 95% del tejido empresarial de las islas está compuesto por pymes. “En todo caso”, agregó el presidente, “no estamos pensando aplicar esta medida en empresas que tengan más de 50 empleados”. Campos pareció tranquilizarse. Pero no mucho, porque enseguida llegó David Toledo Niz.

El conejero David Toledo es, pese a su juventud, el secretario de Organización de Coalición Canaria, es decir, el hipotético número dos del partido, y a la vez presidente del grupo parlamentario nacionalista. Es minucioso, maniático, testarudo, ambicioso y currela, y ha asumido, uno sospecha que por iniciativa propia, el papel de un moderado hooligan en su bancada. Nada comparado a la grosería e inelegancia del Congreso de los Diputados, desde luego, pero es evidente su voluntad de provocación. Ayer lo consiguió porque su pregunta a Clavijo estuvo esmaltada de alusiones críticas al PSOE y a NC. Los primeros se lo tomaron al principio con guachafita y al final con un indisimulable cabreo. A Campos lo sacó de sí – algo inhabitual en el caso de don Luis – al recordarle que Nueva Canarias también llevaba en sus últimos programas electorales bajar temporalmente cotizaciones a los empleados más desfavorecidos. Campos pidió y obtuvo un minuto de réplica para acusar a Toledo de descalificar a la oposición en sus preguntas al presidente, Toledo, a su vez, respondió que él, simplemente, le ponía “contexto” a sus intervenciones. Las dos cosas son correctas, pero ni lo de Toledo es “contexto” ni tampoco filibusterismo parlamentario. Su objetivo es irritar a los grupos de la oposición mientras el resto de sus compañeros ejercen de buenos chicos y Barragán –su tutor –entra en el nirvana y se echa una siesta con los ojos abiertos, como los cocodrilos. Tal vez no valga la pena reproducir por enésima vez las profecías cataclismáticas que el portavoz socialista, Sebastián Franquis, volcó sobre el Gobierno. Ah, lo feliz que era Canarias con el Gobierno de Ángel Víctor Torres. Por eso el PSOE ganó las elecciones, aunque no gobierne. Clavijo tuvo la piedad de recordarle a Sánchez después de perder las elecciones generales del año pasado.

El pleno tuvo que soportar la triste defensa de la decisión de anular el catálogo de vestigios fascistas en las calles de Santa Cruz de Tenerife, a solicitud del gobierno municipales. Todas las razonables razonas esgrimidas por la oposición socialista para oponerse a tal dislate fueron inútiles, y José Bermúdez llegó justo a tiempo al pleno para salirse con la suya. Lo que más vergüencita dio fue escuchar a la consejera de Cultura y Universidades, Migdalia Machín asegurar que no deberían utilizarse políticamente a las víctimas de la dictadura franquista. Para empezar fueron víctimas por una decisión política empapada en sangre y odio. Después fueron estigmatizadas y olvidadas durante décadas por decisión política de un régimen dictatorial. Machín habla de las víctimas del franquismo como si fueran vajilla etrusca. Se va a hacer todo bien ahora, ¿de qué se quejan? Se quejan de que estamos a finales de mayo de 2024. 2024. El próximo año Franco llevará medio siglo muerto. Pero no vale la pena darse prisa, sino hacer las cosas bien, lo que significa, visto los antecedentes, hacerlas muy lentamente, hasta confundirse con la eternidad.

Entre el resto de quisicosas trascendentales de la mañana el debate más notable giró alrededor de la comparecencia del consejero de Obras Públicas y Vivienda, Pablo Rodríguez sobre la adquisición de viviendas por extranjeros en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Casi un tercio de las viviendas compradas lo fueron por no residentes. Con la excepción de la derecha (PP y Vox) todos los grupos parlamentarios se mostraron matizadamente de acuerdo en explorar las posibilidades jurídicas y reglamentarias de la UE para que el Gobierno de Canarias pueda limitar la compra de viviendas de foráneos. Ha encargado un informe a los Servicios Jurídicos que ya se está elaborando. Servirá de brújula en esa delicada, complejísima y difícil exploración negociadora, que no llegará a nada sin el aval del Gobierno español y la convivencia de algunos socios comunitarios. Sin duda el mejor discurso de la comparecencia fue el de José Bermúdez, que como varios intervinientes apuntó a los efectos de los costes de la vivienda canaria y los riesgos casi suicidas de seguir creciendo demográficamente. “Si en los próximos quince años llegan otras 350.000 personas a Canarias”, planteó, “¿estaremos en condiciones de atenderlos? ¿Podremos sostener las exigencias de suelo, recursos y servicios que supondría? Todos y cada uno de los que nos sentamos aquí tenemos el deber, no la oportunidad, de responder a esta pregunta, y de encontrar soluciones para no llegar a esa situación. Agotando todas las vías y estrategias que podamos aportar entre todos”.

Suscríbete para seguir leyendo