Mercado inmobiliario

Airbnb avisa que restringir el alquiler turístico daña a los propietarios isleños

La plataforma ve «desproporcionado» y «contraproducente» el anteproyecto de ley del Gobierno

El 70% de los anfitriones en las Islas solo tiene una vivienda 

Anuncio de alquiler vacacional en la plataforma Airbnb.

Anuncio de alquiler vacacional en la plataforma Airbnb. / LP/DLP

La plataforma de alojamientos vacacionales Airbnb ve «desproporcionada» y «contraproducente» la intención del Gobierno canario de regular el sector del alquiler turístico con reglas que imponen más restricciones a los propietarios de las viviendas. La compañía no cree que para mitigar el turismo de masas se perjudique a los «anfitriones locales» ya que los alojamientos que ofrecen en el mercado del alquiler vacacional apenas suponen el 4% del total de pernoctaciones de los turistas en las Islas, mientras que más del 80% de las noches reservadas son en los hoteles. Asimismo advierte que siete de cada 10 anfitriones comparten solo una vivienda, es decir, se trata de pequeños propietarios cuyos ingresos por el alquiler turístico les supone un complemento a su renta y no es su ocupación principal.

Ante esta situación la directora de Políticas Públicas y Campaña en Airbnb Marketing Services, Sara Rodríguez, se ha mostrado dispuesta «a trabajar con las autoridades de Canarias para establecer normas proporcionadas que pongan por delante a las personas locales y les permitan beneficiarse del turismo de las zonas a las que pertenecen» para evitar el «dominio» de los hoteles. Airbnb aspira a ser un «aliado» para un «turismo más sostenible» y, con los datos oficiales sobre la mesa, los alojamientos que se anuncian en la plataforma hospedan a un número limitado de viajeros fuera de las zonas más concurridas, por lo que brindan mayores beneficios a comunidades locales que no son las principales capitales y zonas turísticas.

Regulación europea

La compañía, cuya sede principal está en EEUU, prefiere que las reglas que se puedan establecer en las comunidades autónomas se apliquen después de que se ponga en marcha la nueva regulación europea para el alquiler de corta duración, que Airbnb respalda porque «proporcionará a las autoridades más transparencia sobre la actividad de las plataformas», además de ofrecer a los gobiernos «herramientas necesarias para ayudar a frenar la actividad de especuladores en el mercado de la vivienda».

Según los datos del operador, el anfitrión habitual de Airbnb ingresa unos 5.100 euros al año por la actividad del alquiler vacacional, lo que equivale a unos dos meses del salario promedio en España y más de la mitad de los anfitriones que tienen sus viviendas anunciadas en esta plataforma asegura que los ingresos que obtienen del alquiler turístico les ayudan a conservar sus hogares. Los alojamientos anunciados están distribuidos por las islas de manera más uniforme que los hoteles, de tal forma que en 2023 nueve de cada 10 alojamientos estaban ubicados fuera de las tres áreas urbanas principales, en este caso Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y Arrecife. Airbnb defiende que, de esta forma, se ayuda a distribuir a los huéspedes y los beneficios más allá de los grandes núcleos urbanos y turísticos, con lo que el gasto que se realiza también va a los pueblos y municipios donde están las casas que se ofrecen para alquiler vacacional.

Mayor presencia

En este sentido, la compañía asegura que su mayor presencia en Canarias se encuentra en La Gomera y El Hierro, las dos islas más pequeñas, donde representan tan solo el 6% del total de pernoctaciones de turistas, mientras que en las islas más turísticas los hoteles suponen el 86% de las noches reservadas en Gran Canaria, el 82% en Lanzarote, el 83% en Fuerteventura y el 82% en Tenerife. Los datos oficiales también reflejan que un huésped en Canarias en 2023 gasta, además del alojamiento, 110 euros por día y por persona.

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