Sía, la perra abandonada en el monte que puede llegar a agente de la policía

De los montes de Candelaria a la Academia Canaria de Seguridad

Sía, pastor belga malinois

Sía, pastor belga malinois / E.D.

Hace alrededor de un mes que una perra, de la raza pastor belga malinois, se hallaba sola y asustada por la zona forestal en el municipio de Candelaria.

Un hombre decidió un día acudir a caminar con su can por el citado monte y durante su ruta detectó al citado animal, escondida entre matorrales y con una actitud algo recelosa y miedosa.

Para tratar de calmarla, el ciudadano le tiró un juguete y la pastor belga malinois fue a buscarlo de forma animada. A partir de ese momento, hubo una serie de juegos y, de forma progresiva, la perra se sintió cómoda y segura.

Al final, el varón se llevó al animal a su casa y, posteriormente, la trasladó a un centro veterinario. En ese momento, se comprobó que Sía, que tiene un año y dos meses, carecía de microchip.

A continuación, el hombre tuvo el can unos 25 días en su vivienda y en ese tiempo nadie reclamó a la perra. Al final, Sía acabó en el centro de estancia canina Maipez, en Gran Canaria. La responsable de dicho recurso se puso en contacto con un agente del Cuerpo General de la Policía Canaria (CGPC) y ofreció al animal para ver si podía formar parte de dicha institución.

Dos integrantes de la Unidad Canina de la Policía Autonómica fueron a ver a Sía y comprobaron que, en principio, tenía buenas actitudes en el juego y para la socialización. A partir de ese momento, Maipez cedió el can a los funcionarios del CGPC.

En la actualidad, vive con uno de los agentes y su familia en su casa en Gran Canaria. Y, por ahora, se halla en el proceso de afianzar el vínculo con dicho guía canino asignado para empezar a trabajar con ella.

Dicho policía señala que, si todo sale bien, harán falta, como mínimo, cinco o seis meses de formación diaria con Sía para que llegue a convertirse en un agente canino de la Policía Autonómica.