Parlamento de Canarias | Cambios en el final de la legislatura

Luz verde al reglamento para que el sueldo de los diputados suba cada año

El pleno aprueba tramitar la reforma que permitirá a los parlamentarios canarios garantizarse 54 días de salario sin trabajar una vez sea disuelta la Cámara

Nira Fierro y Sebastián Franquis durante el pleno.

Nira Fierro y Sebastián Franquis durante el pleno. / MARÍA PISACA

Agencias

Los diputados del Parlamento de Canarias aprobaron este miércoles dar inicio a la tramitación de la reforma del reglamento de la Cámara que permitirá, si no hay cambios en el texto, que el salario de sus señorías se revalorice cada año de forma automática conforme al Índice de Precios de Consumo (IPC). Además, según la propuesta elevada por la Mesa, se posibilitará que los parlamentarios con dedicación exclusiva –condición que cumplen la mayoría de ellos– puedan seguir cobrando en el periodo comprendido entre la disolución de la Cámara y la cita electoral. Un plazo de 54 días en el que no hay actividad, más allá de las labores que desempeña la Diputación Permanente.

La propuesta del nuevo reglamento –cuya tramitación salió adelante solo con la abstención de la portavoz del grupo Mixto, Vidina Espino– también incluye la aprobación de un código de conducta de los diputados, que prevé sancionar a aquellos que no se comporten con decoro y que no cumplan con los principios de honradez, transparencia, dignidad y respeto. Además, la reforma propone perfilar la figura de los diputados no adscritos –aquellos que son expulsados de su partido o que lo hayan abandonado– para que no puedan formar parte del Grupo Mixto, como ha ocurrido en esta legislatura con Espino.

La propia diputada anunció este miércoles la presentación de una enmienda en defensa de los derechos de los diputados no adscritos y otra para que el dinero que le sobra a los grupos parlamentarios al final de cada legislatura se destine a fines sociales o cubrir gastos derivados de catástrofes naturales. Esta última busca contrarrestar la propuesta pactada por la Mesa que quiere establecer que los grupos parlamentarios no tengan que reintegrar las subvenciones que no hayan ejecutado al final de la legislatura, siempre que el grupo se mantenga en el siguiente mandato y conserve su CIF.

La iniciativa sale adelante solo con la abstención de la portavoz del Grupo Mixto, Vidina Espino

Espino también se opuso a que el salario de los diputados esté ligado al IPC ante las «dificultades» por las que pasan los ciudadanos y a que se ponga en marcha un régimen de sanción sobre la conducta de los diputados porque quedará en manos de los criterios políticos de la Mesa.

Ricardo Fernández (Cs) comentó que es habitual que el reglamento se modifique en cada legislatura y en este caso, cree que lo más «positivo» es que se va a «dignificar» la política y se vaya a actuar contra el «transfuguismo». Dijo que «no es justo» que él y su excompañera Vidina Espino tengan los mismos derechos y sostiene que la reforma del reglamento va a apuntalar la «limpieza democrática» de la Cámara.

Jesús Ramos (ASG) apuntó que la reforma es «ambiciosa» dado que el «día a día» y el «pluralismo» de la Cámara lo hacían necesario y espera que se solventen las diferencias entre los grupos para sacar adelante un texto que ayude a la modernización del Parlamento.

María del Río, de Sí Podemos, reclamó que haya una «representación equilibrada» en la Cámara, incluso con «discriminación positiva» y en cuanto a la retribución de los diputados, abogó por que puedan cobrar el paro para que la política «sea para todos» y no solo para funcionarios o personas con altos salarios.

Esther González (NC) valoró que la reforma del reglamento es «fundamental en la lucha del transfuguismo» para que las personas que no sigan en los partidos con los que se presentaron en las elecciones sean consideradas no adscritas –como ha ocurrido con Sandra Domínguez, que abandonó NC–.

Australia Navarro, del Grupo Popular, apoyó la reforma del reglamento para adaptar la Cámara a los nuevos tiempos y regular algunas prácticas habituales que ya se realizaban, incidiendo también en la importancia de «luchar contra el transfuguismo».

Socorro Beato (CC-PNC) dijo que el final de la legislatura es un «buen momento» para reformar y perfeccionar el reglamento y anunció que su grupo va a presentar una enmienda para que la retribución no se ligue al IPC sino que dependa de las decisiones que se determinen para los empleados públicos en los Presupuestos Generales del Estado. «No tenemos intención de hacer política con el reglamento», destacó, remarcando que el objetivo es diseñar una norma que «sirva de utilidad» para el futuro Parlamento.

Mauricio Roque, diputado del Grupo Socialista, aseguró en su intervención que ve «necesaria y oportuna» la reforma para acabar con la «anomalía del transfuguismo» y los diputados o diputadas que «buscan el calor de otro partido» para seguir en la «misma silla».