Efectivos de la Marina Real marroquí recuperan 22 cadáveres de migrantes subsaharianos en las aguas atlánticas de Dajla, en el extremo sur del Sahara Occidental, tras el naufragio de su patera. La fundadora de la ONG Caminando Fronteras, Helena Maleno, afirma que los cuerpos, descubiertos el miércoles, corresponden a veintiuna mujeres y una niña de dos años, que planeaban llegar de forma clandestina a Canarias. Los restos mortales, según la portavoz de la ONG, podrían ser de migrantes que salieron el lunes desde las playas de Dajla en una embarcación que está desaparecida con 86 personas, entre ellas, hasta 36 mujeres y 13 niñas. «La niña fallecida nació en Nador, ciudad a la que llegó su mamá embarazada tras huir de su país», detalla Maleno en sus redes sociales. La activista ha explicado que «sus historias son las muchas mujeres y niñas que están perdiendo la vida en la frontera española».

Familiares de los tripulantes de la barquilla han relatado a Caminando Fronteras que algunos de los cadáveres encontrados se corresponden con las personas que iban a bordo de esa patera, según Maleno. Quien afirmó haber alertado a las autoridades marroquíes y españolas de la desaparición de esa barquilla en las aguas atlánticas. La portavoz de la ONG explicó que los cuerpos de las mujeres fueron trasladados a la morgue de la población de Bir Ganduz, a 288 kilómetros al sur de Dajla, y que diez de ellos llevaban encima sus pasaportes –cinco guineanos y cinco marfileños–. Una fuente oficial marroquí, consultada por Efe, confirmó el traslado de cadáveres de emigrantes subsaharianos a esa morgue, pero sin dar más detalles.

En la madrugada de ayer llegaron al muelle de Gran Tarajal, en Fuerteventura, 67 migrantes subsaharianos rescatados por Salvamento Marítimo a unos 34 kilómetros de la isla. En la embarcación viajaban 49 varones, 14 mujeres, dos niños y dos bebés. El avión de Salvamento Marítimo Sasemar 103 localizó la patera en la tarde del miércoles a unos 34 kilómetros al sur de Morro Jable. La barquilla, que podría haber salido el martes de Blaya, Marruecos, fue trasladada a puerto custodiada por la Salvamar Nizar.

A lo largo de la tarde, la Salvamar Al Nair salió al rescate de 32 migrantes, entre ellos una mujer y dos menores, de una patera que se quedó sin motor en las proximidades de Alegranza, según fuentes de Salvamento Marítimo. La embarcación fue localizada por el avión Sasemar 103 después de que los ocupantes de la barquilla llamaran al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias 1-1-2 y alertaran de que no les funcionaba el motor y que estaban viendo la isla de Alegranza. La patera también fue avistada por un pesquero que informó de que se encontraba a 5,5 kilómetros al norte de Alegranza. Los migrantes desembarcaron en el muelle de la Cebolla, en Arrecife. A su regreso al muelle, la misma Salvamar recibió un nuevo aviso y zarpó para rescatar a otros 39 migrantes de origen magrebí

La Salvamar Mizar también fue movilizada tras localizar el helicóptero Helimer 204 una embarcación neumática al sur de Fuerteventura. En esta barquilla se estima que viajan 59 subsaharianos, según el aviso que dio la Guardia Civil a Salvamento al alertar que había salido de Blaya. Los ocupantes de esta tercera patera también se encuentran en aparente buen estado de salud, según las fuentes de Salvamento Marítimo.

En lo que va de año, un total de 20.491 migrantes han entrado en España de manera irregular, de los que casi la mitad (9.255) llegaron hasta Canarias, lo que supone un incremento del 135,8% respecto al mismo periodo del año anterior, según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior, que recogen las entradas de migrantes desde el 1 de enero hasta el 29 de agosto de este año. La llegada de migrantes a Canarias por vía marítima casi se ha triplicado, ya que en los primeros ocho meses del año pasado fueron 3.925 personas frente a los 9.255 que han llegado en 2021. En total se han contabilizado 243 pateras, lo que supone un 85,5% más de embarcaciones que las que arribaron en los ocho primeros meses del año pasado.

El Cabildo de Fuerteventura lamentó el incremento del número de inmigrantes fallecidos en su intento de llegar a Canarias y denunció el silencio del Gobierno español ante el drama migratorio. Tras un mes de agosto trágico, la Corporación insular mostró en un comunicado su consternación ante una emergencia humanitaria que «no hace sino empeorar y provoca la pérdida de centenares de vidas en el mar». Por ello, el Cabildo de Fuerteventura exigió al Gobierno de España y al Ejecutivo autónomo una mayor coordinación e implicación en la gestión de la crisis migratoria.

En pleno repunte de la llegada de pateras y cayucos, la Agrupación Herreña Independiente (AHI) ha exigido explicaciones al presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, sobre la rehabilitación del centro de acogida temporal de inmigrantes (CATI) en la isla. El presidente de AHI, Narvay Quintero, asegura que cuando «no ha movido ni un solo dedo» para planificar una red de recursos que permita dar «una acogida digna» a las personas que llegan a la costa herreña. Quintero sostiene que el presidente del Cabildo «ha permitido que se desborden los recursos de la isla por su falta de previsión». Quintero añade que a una isla como El Hierro, con 10.000 habitantes, «no se le puede permitir» que soporte una presión migratoria como la actual, tras la llegada de tres pateras en cuestión de días, una de ellas con 117 personas a bordo.

Canarias no recibe refugiados afganos

Canarias es la única comunidad autónoma que no ha recibido personas evacuadas de Afganistán porque «tiene mucha tralla» con la acogida de migrantes africanos, según detalló el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en una rueda de prensa en la que explicó la Operación Antígona, desplegada para recibir a los ciudadanos afganos tras la llegada del régimen talibán al país asiático. Familias numerosas y jóvenes marcan el perfil medio de las 1.723 personas acogidas por España tras su evacuación de Afganistán. Los datos facilitados por el ministro señalan que entre las más de 1.700 personas que se van a quedar en el país tras su salida de Afganistán hay 420 familias que, de media, cuentan con unos cinco miembros. La media de edad de los refugiados es de 22 años y, según ha apuntado Escrivá, un tercio de ellas es menor de 15 años. La derivación se ha realizado en base a tres criterios, según apuntó el ministro: la disponibilidad de plazas, las entrevistas personales realizadas por los expertos –que pueden determinar la vulnerabilidad de los refugiados– y las redes familiares cercanas. En este caso, sin embargo, Escrivá apuntó que este último punto no ha sido relevante porque «no hay muchos afganos en España».