El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, aseguró ayer en el pleno del Parlamento regional que el hecho de que aún no haya ido en viaje oficial a Marruecos se debe a que, «hasta el momento», Rabat no le ha aceptado la visita. No obstante, el jefe del Ejecutivo autonómico se reafirmó en su voluntad de visitar el país vecino en cuanto sea posible y como ya hicieran sus antecesores en el cargo.

Hay que recordar, no obstante, que la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y el reino alauí ya se ha retrasado en más de una ocasión, con lo que parece harto improbable que el viaje oficial de Torres a Rabat pueda llevarse a cabo antes de la celebración de la RAN. La cumbre bilateral entre España y Marruecos estaba prevista para diciembre del año pasado. Entonces se pospuso por el coronavirus, en principio hasta febrero de este año, pero aún sigue sin producirse. Es más, con el caso Brahim Ghali como telón de fondo –el líder del Frente Polisario atendido en España por «razones humanitarias»–, Rabat ha aplazado sine die la RAN que sí prepara con Israel o Francia, por ejemplo. En este contexto, tampoco hay que olvidar que es el Ministerio de Asuntos Exteriores el que en todo caso tendría que solicitar la visita de Torres al país vecino.

El presidente canario calificó de «inaceptable» el órdago de Marruecos en la frontera con la Ciudad Autónoma de Ceuta, para lo que «utilizó a sus propios compatriotas» animándolos a cruzar a territorio español. En cualquier caso, Torres se esforzó en desvincular lo sucedido en la urbe norteafricana con la crisis migratoria que Canarias atraviesa desde hace meses. En este sentido, pidió no mezclar la «acción civil» promovida por Marruecos en Ceuta con el «fenómeno migratorio permanente» que afecta a Canarias, porque lo sucedido en Ceuta fue «lanzar un mensaje de enfrentamiento a España inaceptable».