Las protestas de los empleados públicos del Gobierno de Canarias catalogados como temporales pese a llevar algunos décadas en sus puestos de trabajo para reclamar contratos fijos se extendieron ayer a las islas de Fuerteventura, Lanzarote y La Palma además de las dos capitalinas canarias (en la imagen en Santa Cruz de Tenerife). El colectivo decidió “recrudecer el conflicto” la pasada semana después de que el consejero de Función Pública, Julio Pérez, les anunciase que mantendrá su propuesta de sacar sus plazas a oposiciones abiertas, donde se exponen a perder su puesto.