El coronavirus no está en la calle pero podría empezar a circular de nuevo a sus anchas si la ciudadanía no respeta las normas y opta por la precaución en lugar de la relajación. Es el mensaje que pretende grabar a fuego el Gobierno de Canarias entre la población de las Islas, especialmente la más joven, menos proclive a presentar síntomas y más tentada a repetir comportamientos propios de la vida anterior al Covid-19.

El portavoz del Ejecutivo regional y consejero de Sanidad, Julio Pérez, está convencido de que el Archipiélago está más que preparado para incorporar a todas las Islas a la fase 1 de la desescalada del confinamiento -donde ya están La Gomera, El Hierro y La Graciosa-, lo que conllevará mayor libertad de movimiento -con la posibilidad de celebrar reuniones de hasta diez personas o acudir a comer a una terraza-, pero también mayor riesgo. "Nos tenemos que portar especialmente bien todos en el cumplimiento de las reglas sociales, en mantener la distancia, en seguir las normas de limpieza de manos;_es especialmente importante", aseguró Pérez ayer en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.

Búsqueda de contagiados

Para seguir caminando hacia la nueva normalidad ya no sólo se tiene en cuenta la cantidad y la calidad del servicio sanitario de la comunidad autónoma, sino que a este hecho -que sigue siendo esencial para pasar de una fase a otra- se suman dos factores más. El primero, la capacidad de encontrar a personas que estén contagiadas pero que no presenten síntomas, para lo que serán esenciales los médicos de Atención Primaria, que se convertirán en detectives a la caza y captura de los anfitriones asintomáticos del coronavirus. El segundo elemento diferenciador para no frenar en seco el desconfinamiento se centrará en el respeto a las reglas de los ciudadanos y ciudadanas.

Dentro del amplio censo poblacional, Pérez hizo especial mención a los jóvenes por sus peculiares condicionantes tanto sanitarios como psicológicos. "Son quienes menos experimentan la enfermedad y quienes pueden tener una mayor tentación de aumentar su movilidad", aseguró. Es decir, quienes tienen más ganas de recuperar su rutina, menos miedo a la hora de intentarlo y ninguna apariencia de tener el virus aun estando contagiados.

Las consignas son claras y fáciles de cumplir. "Deben evitar ir a ver a sus abuelos, no caer en la tentación de reunirse y respetar las reglas que establezcan las autoridades sanitarias regionales y estatales". Las situaciones anómalas producidas esta semana en distintos puntos de España, donde las fuerzas y cuerpos de seguridad tuvieron que disolver botellones o partidos de fútbol improvisados, son infracciones que no deben imitarse en las Islas.

Los médicos, nuevos detectives

Con franjas horarias difíciles de controlar -las primeras y últimas del día, cuando se permite salir a pasear por parejas o practicar deporte individual-, el consejero de Sanidad reconoció la dificultad de contener la situación, por lo que apeló a la responsabilidad de la que hizo gala casi toda la ciudadanía durante el confinamiento, que ahora más que nunca debe mantenerse porque aumentan los contactos y también los riesgos.

Para no dejar todo en mano de la conciencia individual, entrarán también en juego los médicos de Atención Primaria, reconvertidos en perspicaces investigadores que han de buscar nuevos casos de contagiados asintomáticos. "Contamos con el número de personas y equipos suficientes, pero es cierto que los profesionales sanitarios van a ejercer una labor diferente a la habitual pues no sólo deben curar enfermos, ahora tienen que buscarlos también", explicó el consejero de Sanidad, que dio por hecho que este rastreo será exitoso a pesar de la novedad. "Hasta ahora la respuesta asistencial de Canarias ha sido buena, así que la preventiva no tendría por qué no serlo también", concluyó. El Ministerio de Sanidad tiene previsro decidir entre hoy y mañana las provincias que pasan de la fase cero a la uno.