Los retrasos en los aviones están casi a la orden del día en algunas compañías y más en una época donde las condiciones climatológicas repercuten en las salidas y llegadas de algunos vuelos en según qué aeropuertos. Por eso, y para evitar el malestar que estos inconvenientes generan entre los pasajeros, el personal de cabina muchas veces se las tiene que ingeniar para generar un clima cordial que haga más ameno o agradable el vuelo. Y es que el tiempo de espera en esos reducidos asientos se hace eterno.

Es por esto también que en ocasiones son los propios pilotos los que toman las riendas de la situación. Con el fin de ganarse a la tripulación o bien inician un monólogo amigable o incluso o en tono de humor que resuena en los altavoces del avión donde van explicando las particularidades del vuelo, como en esta ocasión, ofrecen a los pasajeros una experiencia que no olvidarán ya nunca más en la vida.

"Somos humanos"

Un piloto de la compañía Iberia se ganó a los pasajeros de su vuelo con destino a Lisboa, el cual despegó tras dos horas en tierra.Y lo hizo con un inusual pero aplaudido gesto. Tras ser informados de la demora, el capitán abrió las puertas de la cabina para invitar a los pasajeros a entrar y hacer fotos al cuadro de mandos y tomarse selfies con la tripulación. Uno de os afectados Víctor Javier Pérez, relató su experiencia a través de su cuenta de Linkedin, donde relató:

"Mi vuelo de Iberia a Lisboa se ha retrasado dos horas. Os podéis imaginar las caras y suspiros de algunos pasajeros Pero lo más interesante ha llegado cuando el capitán nos ha dicho que, a cambio del retraso, las puertas de su cabina estaban abiertas para que fuéramos a conocerla y nos hiciéramos un selfie con él. Toda la gente se ha reído, se ha mirado para compartir parte de sorpresa y parte de emoción, casi un sentimiento común de “anda, ¡si somos humanos!”. No un mensaje genérico, no una voz grabada, no un simple “por causas ajenas a”. Una recompensa cercana, que humaniza a la compañía y al capitán. Aquí estoy, esperando a despegar y sin haberme acercado a la cabina para no molestar más de la cuenta. Pero sonriendo pensando que aún hay cosas, emociones, decisiones improvisadas, que nos sacan de nuestro modo de piloto automático y nos conectan entre nosotros. Lo siento, las esperas de avión me ponen sentimental "