… Y el Padre Anchieta se vistió de ¡¡¡Campeón de Europa!!!

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¡Buenos diásssssssss La Laguna, Tenerife, Canarias, España! Día 1 de mayo, festividad del Trabajador. Pero, después de lo vivido anoche, hoy mejor NO TRABAJAR. Pido disculpas a los amigos de BASKETMANÍA que esperaban encontrar desde anoche amplia información de la FIESTA AURINEGRA que vivió LA LAGUNA, con el santo Padre Anchieta incluido, luciendo desde anoche una bandera con los colores del REPRESENTATIVO.

Sin embargo, una vez que concluyó el encuentro, con ¡PASIÓN TURCA! incluida. ¡Vaya final más dramático!, sentí la necesidad de vivir aquel memorable momento. Necesitaba dejar la rigurosidad del periodista en zona de prensa para sacar a relucir lágrimas de alegría, de felicidad… Miraba hacia el Cielo y veía cómo cantaban lo de «Sí, sí, sí, la Copa de Europa se queda aquí» y el «Campeones, campeones, campeones» a Santiago Martín, a Pepe Cabrera, a Farrique, a Benigno Afonso, a Richi Bethencourt, a Pablo Casado, incluso al palmero y exjugador Emiliano Navarro.

Cientos de abrazos con compañeros de la prensa con algunos añitos en esta profesión (Carlos Elorrieta, Carlos García, José Luis…) y emoción a tope cuando bajé a la zona de prensa para fundirme en emotivos abrazos con Santiago Cacho, Félix Hernández, Aniano Cabrera, el doctor Conrado, Txus Vidorreta, Chuchi Arencibia…

Lágrimas aurinegras de quien ha tenido el orgullo y la satisfacción de haber vivido con el CB Canarias los últimos 50 años, los diez primeros como jugador de la base y luego como aficionado en la grada, y los otros cuarenta contando a los lectores de Jornada Deportiva y El Día el caminar de un club humilde que lo sigue siendo a pesar de tener ya en sus vitrinas la Copa de  Europa, es con la que durmió anoche, si es que pudo conciliar el sueño, nuestro capitán NICO RICHOTTI.

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No me despierten de este sueño! 🏆🏅.

Tras la alegría en el desde ayer SANTIAGO MARTÍN ARENA, sede del Campeón de la Basketball Champions League en su primera edición, el camino nos llevaba a la PLAZA DE ABAJO. Allí el Ayuntamiento ya había preparado la GRAN FIESTA. «No podíamos anunciarlo previamente por si traía mala suerte, pero claro que lo teníamos previsto», me comentó un amigo.

Cientos de personas, con sus bufandas y banderas, cantando y bailando al ritmo de Los Joroperos, a la espera de la guagua (autobús en la península) que traía del Santiago Martín Arena a los héroes de una «noche mágica». Desde los que meten canastas, cogen rebotes, dan asistencias y defienden, al cuadro de coachs que dirige el maestro Txus Vidorreta, pasando por dirigentes, empleados del CB Canarias. Vamos, un reencuentro total de la FIEBRE AMARILLA, con presencia incluida de los «del taxi», esos personajes que se jactaban de criticar al histórico club por no llamarse Tenerife o por no vestir azul y blanco, pero que se suben al carro del triunfo con la caradura de quienes carecen de personalidad. 

Llegaron los «espartanos» a los que Marco Justo invitó a «desayunar fuerte porque esa noche iban a cenar en el infierno» y el júbilo cobró dimensiones enormes, con pasillo de Los Joroperos y escolta policial a los campeones, paseo encabezado por el capi Richotti portando la Copa de Europa y seguido por el entrenador Txus Vidorrreta. ¡¡Vamos, como mandan los cánones!!!

Subida al salón de plenos donde las autoridades municipales, con la presencia de su alcalde y como invitados de honor dos hombres, dos políticos, que en un verano de hace ya cinco años lucharon al máximo por hacer realidad el «otro» ascenso a la ACB, el económico. Sí, por si alguien lo ha olvidado ellos fueron «culpables», ello son Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife, y el por entonces alcalde lagunero y actual presidente de todos los canarios, Fernando Clavijo.

Jugadores con sus familias, directivos salidos de la grada del Luther King y Ríos Tejera viviendo la gran noche y recordando a TOÑO ABAD, entusiasta directivo que nos dejó hace unos años. Él anoche, como la mayoría, hubiese llorado al ver a su Canarias del alma en el cajón de campeón de Europa.

La fiesta aurinegra tuvo su punto más grande cuando Ivo López, de nuevo ejerciendo de magnífico jefe de ceremonias, presentó uno a uno a los «héroes de la Champions», quienes se dirigieron a la masa aurinegra que coreaba sus nombres. El más simpático, el que más carcajadas arrancó, fue el griego Bogres, con frases cómo ¿Dónde vamos ahora a celebrarlo, a Santa Cruz o en La Laguna?»… La respuesta de los aficionados fue obvia.

El gesto de 7.7radio a mi persona

Quiero concluir este primer artículo de los CAMPEONES DE EUROPA con un agradecimiento muy especial. Un gesto que me honra y que dice de la ami.tad de un buen hombre del baloncesto, árbitro de ACB y en la actualidad jefe de deportes de 7.7radio, LUIS HERNÁNDEZ.

Retransmitió en directo la gran final para TODA CANARIAS. Y me pidió si quería retransmitir los tres últimos minutos de cada cuarto y los cinco finales. Le dije que hacía 18 años de mi última retransmisión radiofónica de un evento cestista y que la emoción me iba a jugar una mala pasada en antena. insistió y acepté el reto.

Primer cuarto bien, recordando viejos tiempos y llevando la emoción del pabellón a los oyentes. Lo mismo que en el segundo y el tercero. Llegó el cuarto y a esos cinco minutos finales se llegó con un 53-52. ¡¡¡Dios mio, que incertidumbre!!! Me pegué el móvil y disfruté como el más joven de los periodistas con la retransmisión. Emoción a tope, celebración de los triples finales de White, la defensa canarista… 

Y estallé de emoción y lágrimas (es cosa de la edad) cuando se había conquistado Europa. Y me acordé de Santiago Martín, de Pepe Cabrera, de Pablo Casado y de quienes desde lo más Alto se reunieron para vivir y vibrar con los 5.000 que llenaron el SANTIAGO MARTÍN ARENA.

Mi amigo y compañero de 7.7radio, Aridane Ávila, también en la grada y luciendo su camiseta del Canarias, entraba en antena dando su opinión, pero con el título conquistado se «rompió» de la emoción y no pudo impedir ese nudo en la garganta que le hizo parar su voz…

GRACIAS, AMIGO LUIS, Fue un magnífico regalo. Me demostraste respeto por mi veteranía y profesionalidad periodística en estos 40 años.