«Cuestión de sangre», la crónica de Cristo Hernández
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SECCION: CRÓNICA AMARILLA
TÍTULO: Cuestión de sangre
AUTOR: Cristo Hernández (http://cristohernandez.blogspot.com.es/)
«Hace una semana, mi abuela hubiera dicho que a estos chicos les faltaba sangre, que daba pena ver a unos gandules como castillos arrastrándose por la cancha detrás de la pelota y que si la dejaran a ella se iban a enterar de lo que era bueno, porque los iba a poner a todos a sachar papas para que aprendieran lo que era partirse el culo de verdad.
No me imagino a mi abuela opositando al banquillo de la Casa Aurinegra, aunque a más de uno le gustaría ver a Alejandro Martínez tirando del sacho en otros campos de menor enjundia, según declaró él mismo la semana pasada (con otras palabras) en referencia a ese hombre del saco que siempre acecha en las esquinas de todo club deportivo.
Mi abuela nunca pisó una cancha de baloncesto, pero acompañaba siempre a mi abuelo que era amante del deporte televisivo y “cerrado” del Barcelona. Algo aprendió después de tantos años en el banquillo del salón y seguro que habría apreciado el cambio que experimentó el Iberostar Tenerife en su victoria de hoy (78-72) ante el UCAM Murcia.
¡Esto ya es otra cosa! Parece que esos “gandules como castillos” empiezan a espabilar y a recuperar el apetito defensivo como así lo manifiestan los catorce balones robados durante el encuentro, aunque en algunas fases (especialmente en el primer cuarto y al final del partido) se apreció que sigue reinando la precipitación y el miedo escénico. Demasiado pase extra. Los gallos de este gallinero tienen que volver a cantar y mostrar los espolones.
El equipo empieza a despertar y hoy demostró que quiere recuperar esa partitura en tres movimientos que siempre ha exhibido con descaro por los principales orfeones de la ACB: defender, correr y tirar.
Pero el de hoy fue un partido que se jugó más con el corazón que con la cabeza. Faltó ese afinamiento de orquesta que ha de llegar con el trabajo y la tranquilidad de haber roto una mala racha que llevaba cuatro semanas haciendo equilibrios sobre el tejado del Pabellón Santiago Martín como un funambulista olvidado por el Circo del Sol.
El UCAM Murcia vino al coto de Los Majuelos con la intención de cazar el último trofeo que le diera opción de estar el próximo mes en la Copa del Rey de Gran Canaria, pero se encontró con un león herido que sigue siendo temible en su feudo a pesar de las circunstancias.
Los pimentoneros aprovecharon los errores locales para sembrar la inquietud en las gradas, especialmente de la mano de sus dos bases (Cabezas y Neto), pero no llegaron más allá. No demostraron esa consistencia grupal que le ha conferido la vitola de equipo revelación de la primera vuelta junto al FIATC Joventut.
Con el partido de hoy se cierra la primera vuelta de la competición con siete victorias y diez derrotas. Estamos a caballo entre las nueve victorias de la temporada pasada y las seis del año del ascenso. En ambas el objetivo era la permanencia y al final no se estuvo lejos de los ocho primeros.
Ahora queda toda una segunda vuelta donde van a ser determinantes los partidos que se disputen en casa. Esta temporada la zona baja de la tabla está mucho más apretada. La salvación rondará las doce victorias. Tal vez alguna menos. De ahí para arriba, todo es soñar.
¡VAMOS CANARIAS!