«El león de Pucela», por Cristo Hernández

SECCIÓN: CRÓNICA AMARILLA

TITULAR: El león de Pucela

AUTOR: CRISTO HERNÁNDEZ

 «Cada jornada que pasa las hazañas de este CB Canarias se asemejan más a las de aquel héroe inmemorial que tuvo que acometer doce duros trabajos para conseguir coronarse como uno de los más grandes de la mitología universal.

Pensamos que 12 es el número clave para terminar en esa zona confortable de la tabla clasificatoria que denominábamos “Zona Spa” en la previa del partido. Con ese mismo número de victorias, la temporada pasada, se salvó in extremis el Mad-Croc Fuenlabrada. Pero las diferencias entre los equipos de la presente competición son mucho mayores debido a la precariedad económica que sustenta a una gran parte de los clubes ACB, aunque ya hayan levantado la voz algunos “gallitos”, como nuestro rival de ayer, el Blancos de Rueda Valladolid, para llevarle la contraria a los grandes magnates de la Liga Endesa. Sin embargo, a medida que vaya avanzando la competición se irán marcando las diferencias. Ya veremos.

A riesgo de equivocarnos en nuestro augurio de pitonisas de andar por casa, habrá un grupo de diez equipos que estará luchando por los puestos de play-off, mientras que el resto se jugará las castañas del descenso. La nota de corte para la salvación estará en las nueve o diez victorias. La docena (o quién sabe si más) convertirá al CB Canarias en un equipo mucho más grande de lo que ya es. El papel de los aurinegros en esta liga sigue estando en el alero y me ratifico en la idea de que los tinerfeños deben aspirar a algo más que a evitar su caída en el pozo LEB, aunque el discurso (creemos que de puertas afuera) de la salvación para un club recién ascendido puede que sea lo más prudente y coherente.

Ayer el CB Canarias superó su cuarto trabajo (74-68) con una difícil victoria ante el león de Pucela, un equipo que, como bien decía en la previa nuestro querido mecenas Agustín Arias, llegaba con la vitola de “matagigantes” (FC Barcelona, Valencia Basquet…). Los aurinegros tenían ante sí una gran prueba de esfuerzo y lograron superar con oficio en los instantes finales a un rival correoso, con una gran fortaleza bajo los aros, que se obstinaba en llevarse la victoria para las tierras del Pisuerga, pues nunca dio el envite por perdido a pesar de ir por debajo en el marcador por más de diez puntos durante varias fases del encuentro.

Ayer fue el día de los americanos. La memoria afectiva nos hizo viajar (salvando distancias de todo tipo) hacia aquellas memorables fechas de los Eddy Philips, Mike Harper y tantos otros jugadores americanos de la anterior etapa ACB, que tanto contribuyeron a hacer grande al club canarista. Es evidente que no hay punto de comparación, en aquella época los jugadores extranjeros (casi siempre americanos de raza negra) llegaban a España a deslumbrar con su potencia física, muchos de ellos utilizaban Europa como escaparate y plataforma de lanzamiento hacia la NBA. Se embarcaban en la aventura europea recién salidos del horno universitario y emprendían un camino donde la experiencia primaba por encima de la rutilancia inmediata de los neones del (según decían ellos mismos) único baloncesto profesional del mundo. En el resto del planeta seguíamos siendo amateurs.

Ayer hubo dos nombres propios procedentes de aquel Nuevo Mundo que tanto ha cambiado baloncestísticamente en los últimos años (sobre todo en su aperturismo hacia ese presunto amateurismo): Jakeem Donaldson (14 puntos, 8 rebotes) y Levi Rost (19 puntos, 5 rebotes, 4 recuperaciones). Entre los dos jugadores sumaron 50 puntos de los 82 de valoración que tuvo todo el equipo.

De Levi Rost fueron los triples (ayer sí, en una serie de 4/7) que abrieron la primera brecha en el marcador durante el primer round del partido, donde los aurinegros llegaron a ganar por 11 puntos (15-4) hasta que inició la remontada el león pucelano que se resistía a dar sus garras a torcer tan pronto.

En el segundo cuarto, con la segunda unidad en pista durante bastantes minutos, llegó la remontada de los pupilos de Roberto González, los cuales, refugiados en una defensa zonal, oteaban mejor el horizonte subidos a los hombros del larguirucho Nedzad Sinanovic que ayer volvió a mantener su particular duelo contra Jakeem Donaldson, rememorando viejos tiempos de la LEB.

En el tercer cuarto, ciclón aurinegro que deja unos exiguos 9 puntos en el lado del marcador visitante. La magia en la dirección y la determinación en el tiro de Ricardo Uriz (dos triples en este cuarto) lleva en volandas al equipo hacia lo que parecía ya una victoria segura.

Pero el león de Pucela, como el de Nemea, tenía la piel muy dura y no se iba a dejar desollar tan fácil. A falta de seis minutos para la conclusión, “Hermes” Lampropoulos pone en 13 la diferencia con respecto al rival (63-50). A partir de ese momento, instigados por un incansable Jordi Grimau, los pucelanos endosan a los locales un parcial de 2-14, que los coloca a un solo punto (65-64) a falta de apenas dos minutos. Pero fue entonces cuando salió a relucir (acallando muchas bocas maledicentes) la fiereza en defensa y la serenidad en ataque de Jakeem Donaldson, que se adueñó de ambos aros y con una canasta desde la media distancia (72-68) sentenció el partido a falta de 30 segundos. La grada respiró tranquila. A punto estuvieron de sentarnos mal los caramelos que, fiel a la cita, repartió en el descanso el Papá Noel de la Peña San Benito.

En definitiva, partido vibrante y muy disputado a pesar de la superioridad que el CB Canarias mostró durante gran parte de los 40 minutos. Todavía siguen aquejándonos algunas lagunas de juego, pero a diferencia de las primeras jornadas, somos capaces de recuperarnos y hacernos de nuevo con las riendas del partido. El devenir de la competición ha ido fortaleciendo al equipo deportiva y anímicamente.

Dicen que Heracles se confeccionó una armadura con la piel del león de Nemea, con la cual pudo acometer con mayores garantías el resto de sus doce trabajos. Todos los aficionados y verdaderos amantes del deporte de la canasta en esta isla esperamos que esta victoria del CB Canarias ante el león de Pucela nos sirva para abrigar esperanzas de un futuro más allá del objetivo de la salvación.

¡VAMOS CANARIAS!

 CRISTO HERNÁNDEZ

Un comentario en ««El león de Pucela», por Cristo Hernández»

  • el 17/12/2012 a las 15:43
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    ¿Qué añadir? Solo que además de los citados, aunque sea en pequeñas parcelas, ottros también contribuyeron al triunfo y los del banquillo, tambien empujaron; pero sobre todo lo que más me agradó fué que «vi equipo» dentro y fuera del parquet, y me explico, vi equipo en los que jugaban el balón, en los que esperaban su turno para hacerlo, en los que no lo hicieron y en el cuadro de técnicos y auxiliares. Si seguimos jugandoomo frente al Valladolid con «más de cinco» posiblemente ganaremos algunos partidos más. Sin duda alguna.

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