La crónica en las web’s de los protagonistas

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«Iberostar Tenerife se lleva un partido apretado hasta la última jugada (81-77)»

WEB CB MÁLAGA.-

Se escapó la victoria en Tenerife por un ajustado 81-77. Después de un igualado partido, tuvo Carlos Suárez en su mano cambiar las tornas en la penúltima jugada, pero el balón no entró. Peleó el equipo de Joan Plaza hasta el último momento y se quedó muy cerca de ganar en la cancha de Iberostar Tenerife. James Augustine terminó como el más valorado del partido con 22.

Importante partido entre dos equipos que pelean por estar entre los 8 mejores de la Liga Endesa. El Unicaja llegaba a la pista de Iberostar Tenerife después de jugar el viernes por la noche un partido durísimo ante Khimki Moscú. No iba a ser nada fácil el partido en las islas para los de Joan Plaza y pronto lo comprobaron. Niang y Abromaistis daban ponían por delante a los aurinegros y dos triples de San Miguel Y otro de White abrían brecha (17-7 m.6). Reaccionaba el Unicaja con la aparición de Waczynski y los triples de Alberto Díaz y Salin, que acercaban a los malagueños (21-17 m.9). Dos tiros libres de Suárez, que llegaba con molestias en las cervicales del viernes, cerraban el primer cuarto 21 a 19. 

En el segundo cuarto el Unicaja encontraba a Shermadini. 6 puntos del pívot georgiano adelantaban a los de Plaza 23 a 25 al llegar el minuto 14. A partir de aquí, Iberostar Tenerife encadenó un parcial 8 a 1 que le dio la vuelta al marcador hasta el 31 a 26, pero el Unicaja no se quedaba atrás y empataba de nuevo con canasta de Augustine y triple de Milosavljevic (31-31 m.38). Parecía que el partido llegaría al descanso con igualdad, pero un ex del Carpena lo impidió. Kostas Vasileiadis encadenó una racha anotadora que dejó el marcador 42 a 35 tras 20 minutos.

Entró de lleno el conjunto malagueño en la lucha por el partido tras el intermedio. El acierto desde el triple lo hizo posible de forma rápida. Parcial 5 a 13 cerrado con triple de Alberto Díaz y el electrónico del Santiago Martín señalaba 47 a 48 en el minuto 25. Augustine caba 3 de ventaja al Unicaja, pero Tobey y Bassas en la recta final del cuarto pusieron a Iberostar Tenerife 59 a 53 por delante.

Comenzaba con imprecisiones de ambos equipos en el último cuarto, pero un triple del pívot local Tobey daba aire a los suyos (64-57 m.32). Se complicaban las cosas para el Unicaja tras una antideportiva de McCallum a Bassas al cortar un contraataque, pero un parcial 0 a 5 con palmeo de Augustine y triple de Díez apretaba de nuevo el marcador (66-63 m.35). El conjunto local reaccionó, y lo hizo con Ponitka, que había sido controlado todo el encuentro. Un mate del polaco situaba el marcador 75 a 66 con 3:14 por jugar. Conseguía el Unicaja acercarse una vez más con tiros libres de Nedovic y triple de Alberto Díaz, 75 a 71 en el minuto 38. Esos 4 puntos se mantendrían hasta el último minuto, diferencia que reducía Augustine, portentoso todo el partido, hasta el 79 a 77. Quedaban 32 segundos por jugar y había tiempo muerto de Kartsikaris. El Unicaja hizo una defensa muy buena en la última acción y recuperó la bola. Alberto Díaz cruzó la pista, forzó la penetración y encontró abierto a Suárez abierto. El capitán lanzó de 3 pero no tuvo la suerte de cara. En el rebote Waczynski hizo falta y Abromaitis cerró el marcador desde el tiro libre. 81 a 77 para Iberostar Tenerife en un partido que pudo caer hacia el lado malagueño en la última jugada. 

James Augustine terminó como el jugador más valorado del partido con 22 (15 puntos, 5 rebotes y 7 de 7 en tiros de 2).

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«Victoria de gladiadores»

WEB CB CANARIAS.-

¡Orgullo y coraje! El Iberostar Tenerife tumbó este sábado al Unicaja de Málaga (81-77), vigente campeón de la Eurocup y actual inquilino de la Euroliga, en una demostración coral de intensidad y buen hacer. El grupo de Fotis Katsikaris borró de un plumazo el borrón continental de entre semana y sacó adelante un desafío no exento de dificultades. Por el potencial del rival, un plantillón; y por tratarse además de un adversario directo en la puja por entrar en puestos de privilegio.

Un punto más de chispa que su adversario y un plan meticulosamente diseñado y ejecutado explican el triunfo aurinegro en un partido vistoso que se decidió en los detalles. Ahí, en el cara a cara, el Canarias tuvo la osadía de llevarse el encuentro a su territorio, pese al enorme arsenal de recursos de un Unicaja que lo peleó hasta el final. Sorprendió Katsikaris sacando de entrada a White y Niang, un gesto de valentía y confianza en los suyos, llevando a la práctica su intención de seguir creciendo desde la fortaleza del colectivo.

Arrancó con todo el Iberostar Tenerife, que aprovechó cuatro triples casi consecutivos, dos de San Miguel, uno de Abromaitis y otro de White, para dar el primer aviso serio a navegantes (17-7, min. 5). Reaccionó entonces el Unicaja, que aprovechó la profundidad de su banquillo para equilibrar la balanza y forzar un parcial de 0-9 en la transición del primer al segundo cuarto (21-23, 12’).

Con Tim metido muy pronto en problemas de faltas, el equipo aurinegro no se dejó intimidar por la reacción visitante y manejó bien la situación: movió el balón con criterio (11 asistencias al descanso) y jugó con cabeza sus ataques (solo dos pérdidas en el intermedio). Por el camino, el Canarias daría un nuevo arreón con Kostas Vasileiadis de protagonista. Nueve puntos consecutivos del griego llevaron a los locales siete arriba al receso (42-35).

El caso es que a la vuelta de la pausa el Unicaja tiró otra vez de galones con dos triples de entrada (42-41). No le tembló el pulso a los aurinegros, pese a que por momentos los visitantes sumaban de tres en tres (47-48). Es más, el Canarias miró entonces a la cara a su rival y fue a por el partido sin complejos. La intensidad de los anfitriones se tradujo de hecho en varias rentas para soñar (64-57, 73-66), gracias en parte al acierto en la dirección de un Bassas enorme, a una segunda parte de lujo de Mike Tobey y a la solidez del bloque.

Camino del cierre, un fogonazo de White sobre la bocina de la posesión prácticamente condenaba al Unicaja (77-71), que aún tendría un último resuello para apretar el choque en el último minuto con cuatro puntos consecutivos de Augustine (79-77). Con el partido chico a chico, el conjunto andaluz falló su último tiro y Tim Abromaitis sentenció ya el partido desde el 4,60 para disparar la euforia en un Santiago Martín volcado con la causa.