Neno Dimitrijevic, la nueva joya de la «Penya»

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Su juego descarado en la pista choca con su carácter reservado; su cambio de ética de trabajo ha llegado por la exigencia de la élite

El padre de Neno Dimitrijevic, Sasha, fue el técnico más joven, con 23 años, en la primera división macedonia y la familia tiene un club academia

XAVI BALLESTEROS (BADALONA). PUBLICADO EN: logo-les

Par Min Puntos Tiros de 3 Tiros de 2 Tiros libres Rebotes Balones Tapones Faltas
Temp Club Fase jug jug 5i Tot Max Int Con Int Con Int Con Ofe Def Tot Asist. Rec Per Fav Con Mat Com Rec +/- Val
16-17 JOV LR 5 38 0 16 9 2 2 10 5 0 0 1 5 6 6 0 6 0 1 0 6 1 11

Nenad Dimitrijevic (23-02-1998, Skopje, Macedonia) es la nueva sensación de la Peña. Él nunca olvidará el encuentro contra el Andorra, porque le podría haber cambiado el destino. O al menos el rumbo, porque, con Sabbath y Smith, ya no tenía que viajar el sábado en Tenerife, para que el club quería que tuviera minutos con el Arenys. Que tiene que jugar, que es joven. Pero la exhibición le valió un MVP y el billete para seguir al primer equipo. Quedan muchos escalones, pero las credenciales están presentadas.

La vida de Neno, como lo conoce todo el mundo, ya estaba marcada. Su padre, Sasha Dimitrijevic, fue el técnico más joven (23 años) a dirigir un equipo de primera división (Skopje). Después de estar muchos años llevando selecciones macedonias, ahora está centrado en el Júnior Frutkal, su club y en el que trabaja toda la familia. También es una academia de baloncesto. Su hermana María, de 12 años, también tiene mucho nivel.

La historia de Neno, sin embargo, es muy curiosa. El verano de 2012 aterrizó José López, técnico ayudante de Joan Rallo -el primer entrenador Dimitrijevic- al cadete B de la Peña, y le hizo de tutor. Vivía con él y con su pareja de entonces, Laura Acosta, ambos profesores -uno de los requisitos que quiere el Joventut para ayudarle local. Neno lo recuerda: «Como siempre hablaban en catalán entre ellos y siempre estaba con ellos me fijaba mucho, escuchaba y en tres meses ya sabía.» José López, ahora preparador físico personal de Pere Tomás (Manresa), recuerda una anécdota: «un día yendo hacia clase juntos me enseñó una redacción en catalán y aluciné del nivel que tenía.»

Estudió en la Escuela Badalonès, como muchos de los jóvenes de la cantera como Rudy, Ricky … el su tutor también lo define: «Si ahora ya parece un niño, entonces todavía era más exagerado, era ordenado, afectuoso, hacía caso y venía conmigo y con mis amigos allá donde fuera, era como mi hijo.» Después de un año ya fue al piso de los becados, donde coincidió con Abalde y López-Arostegui. Lo más divertido del cambio de domicilio es que Dimitrijevic les hablaba en catalán a todos y acabaron hablando de ello entre ellos. Después de hacer tercero y cuarto de ESO, hizo el bachillerato y este año no estudia.

Quien ha confiado siempre en él es el ahora director deportivo Jordi Martí, quien ha convencido Diego Ocampo de las posibilidades del joven. El técnico lo ha hecho debutar siendo valiente teniendo en cuenta la situación que vive el equipo en la ACB. Rallo, ahora entrenador del cadete del Real Madrid, lo vio en el torneo BAM de Macedonia. Era mini y, a pesar de haber nacido en 1998, jugaba con los niños del 1996.

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Hizo informes positivos aunque era muy pequeño. De Dimitrijevic, que es religioso, se podría explicar que tiene una similitud con Ricky: el cambio de actitud, de mentalidad, el cambio a entrenarse duro y no hacer la ley del mínimo esfuerzo ha llegado cuando se encontró con el exigencia de la élite que le ha obligado a hacer el cambio por necesidad. Esto les pasa a los jugadores de talento que hasta que no tienen el nivel competitivo que les obliga a dar un paso adelante no lo hacen. Ricky robaba balones porque era listo y tenía grandes brazos, pero no defendía bien hasta que Aíto lo puso en el primer equipo y se vio forzado a hacerlo. Es por ello que en su etapa de formación tenía críticos, porque era como muchos balcánicos: poco trabajador, perezoso y con carácter.

Dimitrijevic, ya en la Penya, jugó en Teruel y en Esplugues los torneos en los que coincidió con Doncic. Tiene 18 años, pero es lo suficientemente listo para tener claro que como Badalona no aprenderá ninguna parte. Dimitrijevic empezó a jugar con el vinculado de la Peña en la liga EBA, el Arenys, donde es el máximo anotador con 19,3 puntos de media. Su técnico César Saura ha hecho un trabajo impecable: «Hablamos con la Penya de las necesidades que tenía y las trabajamos, sabe de baloncesto y juega el bloqueo y continuación como nadie, es muy inteligente jugando.»