«El UCAM vuelve a tropezar fuera de casa», la crónica de EGEA en La Verdad de Murcia

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  • Tras el descanso, el equipo murciano se estrelló en ataque y perdió su ventaja ante el Tenerife

El UCAM no se habría clasificado para jugar la Copa en caso de haber ganado, pero como perdió en Tenerife, no hizo falta tirar de calculadora. Tras una gran primera mitad que concluyó con una ventaja de 12 puntos a favor de los murcianos, realizó un nefasto tercer cuarto que permitió al rival darle la vuelta al marcador. No es menos cierto que los colegiados hicieron su papel, el de no medir con el mismo rasero las defensas de unos y otros, pero fueron los de Katsikaris los que dejaron de jugar como lo hicieron en el primer tiempo. Con el partido igualado en los últimos instantes, Campazzo y Lima erraron sendos tiros en los segundos finales que habrían permitido a los murcianos sumar su tercer triunfo consecutivo.

El UCAM salió decididamente a por el partido desde el primer momento, basando su juego en una defensa muy fuerte que provocó que se cargase rápidamente de faltas personales. No se fue en el marcador a las primeras de cambio por los errores en ataque, pero desde el 3-2, con un triple de Abromaitis, fue el gran dominador del encuentro. Antelo comenzó a mandar en ataque y Rojas en el rebote. Los de Katsikaris, que se pusieron 3-13 arriba, controlaron el choque a pesar de que las faltas le caían una tras otra y de forma poco equilibrada con respecto a las que los colegiados le señalaban a los locales. Con el control en ataque y en el rebote, más una magnífica defensa, los murcianos se fueron consolidando y aguantando los arreones del rival. Se llegó a poner el Iberostar a cuatro puntos, pero al final del primer cuarto mandaban los visitantes 9-15.

En el segundo cuarto fue Radovic el que cogió el testigo de Antelo en ataque. Los triples entraban y los locales no sabían como atajar su herida, ni como hacerle daño a la defensa del rival. Los únicos problemas visitantes eran la acumulación de faltas personales y las pérdidas, hasta 10 en la primera mitad. Con el 18-30 el técnico local pidió un tiempo muerto para tratar de cambiar la dinámica del juego y su equipo se llegó a acercar a 8 puntos, pero el UCAM estaba desmelenado y con mucha confianza desde la defensa a pesar de las faltas personales. Al descanso mandaban los murcianos por 28-40. Con 8 de 17 en tiros de dos puntos y 7 de 13 en triples, además de 11 rebotes más que su rival. Dos eran los matices a mejorar. El primero el de las pérdidas del balón y el segundo, contenerse con las faltas, ya que Cabezas, Benite, Wood, Faverani y Lima llegaron al descanso con dos faltas cada uno. La defensa de los visitantes era tan férrea que en el primer cuarto encajó 9 puntos y en el segundo 19, pero su oponente solo anotó 5 de 19 canastas de dos puntos.

Tras el descanso llegaron los peores minutos del conjunto visitante. El UCAM dejó de ser fiel a sus principios, no defendió con la misma intensidad que en la primera parte y permitió que Sekulic, ex de Murcia, le hiciese un destrozo porque nadie supo como defenderle sin faltas personales. Cierto es que los colegiados no midieron igual las defensas de unos y otros, pero a pesar de eso fueron los errores visitantes los que permitieron al Iberostar meterse en el partido de forma definitiva para no irse de él. Desde el triple de Benite, muy apagado y con el 32-43, el conjunto murciano desapareció de la pista. Un parcial de 20-4 puso a los locales por delante ante el naufragio ofensivo de los universitarios. No es que el cuadro de Tenerife hiciese un enorme partido, es que el UCAM falló demasiado y los árbitros barrieron para casa. No obstante, con el 52-49 había partido para el último cuarto.

Y los 10 minutos finales fueron una ruleta rusa. Dos triples consecutivos de los visitantes, Campazzo y Wood, permitieron al UCAM irse por 58-62, pero no había regularidad en el juego y el desequilibrio en las faltas fue determinante. A poco más de dos minutos para el final era el Iberostar el que mandaba por 70-66. Pese a una gran defensa que permitió a los de Katsikaris tener la última posesión, el partido se quedó del lado del Tenerife porque Campazzo se precipitó en el ataque y Lima falló el palmeo (70-69).