Aguantó el pulso la escuadra lagunera hasta mediados el tercer parcial, pero a partir de ahí le faltó el aliento para discutirle el derbi al Granca en su guarida, y terminó doblando las rodillas ante la mejor versión defensiva ayer del Granca. Esa que ya se echaba de menos en el entorno claretiano.

Con Tomás Bellas mermado físicamente por sus problemas en la rodilla derecha, fue el también capitán Eulis Báez el que tiró esta vez más del equipo. El ala-pívot dominicano se fue hasta los 13 puntos, 5 rebotes y 14 de valoración, el segundo mejor de su grupo por detrás de un imperial Tavares, que se comió a la temida doble S (Sekulic-Sikma) debajo de los tableros (anotó 13 puntos y capturó 8 rebotes).

En la otra esquina, de nada le sirvió el partidazo que firmó Nicolás Richotti, el mejor del duelo en las estadísticas con 18 puntos, 7 rebotes y 28 de valoración. Porque al Iberostar, que esta temporada anda más regular que los grancanarios, le hace falta mucho más que la puntería del escolta argentino para ganar el derbi en territorio grancanario, donde se queda un año más sin celebrar el triunfo.

Se cumplió la lógica y además el Granca recupera sensaciones perdidas y efectivos. De los que se vistieron de corto, solo DaJuan Summer no jugó, mientras que O’Leary destacó por su buen nivel en su vuelta a la rotación en la competición española (8 puntos, 9 rebotes, y 13 de valoración).

Igualdad inicial.

Salió muy enchufado el Herbalife a la cita (4-0, con canastas de Báez y Tavares). Richotti (5 puntos seguidos) abrió la lata anotadora para los laguneros, y el partido, con ritmo desde el primer segundo, se igualó (6-5).

No se arrugó el Iberostar en el Gran Canaria Arena. Con un triple de Rost se ponía por delante por primera vez en el partido (10-12), mientras Tavares, amo y señor debajo de los dos aros, devolvía la ventaja para los locales con un 2+1 (15-14, a 4.30 para sellar el primer parcial).

El intercambio de golpes fue la tónica desde entonces incluso con la llegada de las rotaciones, donde el Herbalife tiraba más de su fondo de armario. Pero con un parcial    2-7 (con los primeros puntos de Beirán, tres, Sikma y Lampropoulos), el grupo lagunero lograba ganar el primer parcial de un derbi que cumplía su condición de igualdad e intensidad (21-25).

En la vuelta al parqué, con los primeros puntos de Bellas y canastas de Newley y Urtasun (parcial  6-0), el Gran Canaria volvió a darle la vuelta al marcador en cuestión de poco más de un minuto (27-25). La segunda línea claretiana se mostraba mucho más certera.

Richotti acudió al rescate de un Tenerife ahora estancado en labores ofensivas (28-27), mientras un afinado Urtasun (7 puntos por entonces) mantenía la ventaja para los amarillos (30-29).

Con un triple de San Miguel (solo en una banda), el Iberostar daba de nuevo la vuelta al marcador, en un derbi sin dueño y más trabado en anotación que en el inicio (31-32 y tiempo muerto a 4.05 para el descanso).

Parcial 11-2.

Pero en la recta final de la primera parte, el Granca tomó ventaja (42-38) gracias a un parcial 11-2 en el derbi ante un Iberostar Tenerife sostenido por el acierto del mejor valorado  del duelo por entonces Richotti (11 puntos).

Aunque también fue el escolta argentino de los tinerfeños el que anotó primero tras la parada, volvió a ser el Herbalife el que saliera más echufado a la cancha (47-42).

Un triple de Newley firmaba la máxima renta, hasta el momento, para los claretianos del partido (52-44, a 4.12 para consumir el tercer parcial). Y fue a más el Granca, todo lo contrario que su rival. Apretó aún más los dientes en defensa y afinó su puntería, ante un Iberostar al que le costaba ver aro ante la mejor versión amarilla (56-46).

A falta de un último parcial, el Herbalife tomaba ventaja (58-52) ante un rival más espeso y que echaba de menos los puntos de Sekulic (solo 6 hasta el momento) pero ni mucho menos rendido.

Pero fue justo ahí cuando se les acabaron las fuerzas al Tenerife. Sin Sikma ni Sekulic en la cancha en el inicio del último cuarto, Walter Tavares se sintió más cómodo aún en las alturas para, con dos canastas consecutivas, alargar la ventaja local (61-52).

Con el marcador a favor, el Gran Canaria se sintió cómodo y tomó definitivamente la decisión de ganar, contando además con la suerte de su lado (67-56, tras una canasta de Oliver que anotó cayéndose y con Sekulic encima).

Todo jugaba a favor de los claretianos. Todo menos Richotti, empeñado en igualar un derbi que se le había puesto muy cuesta arriba a los laguneros (68-59, con 18 puntos para el argentino).

Pero nada cambiaría ya el destino del derbi. En la recta decisiva del duelo, el Herbalife supo mantener su renta a pesar de los esfuerzos tinerfeños por recortar la distancia (73-62, a 2.25 para el final).

Una nueva canasta de Eulis Báez allanó más el camino hacia el triunfo claretiano (75-62, a 2.10). Fue entonces, con un triple de Tomás Bellas, solo cuestión de mantener la excelente intensidad ofensiva para que el Herbalife Gran Canaria se llevara un nuevo derbi canario en la máxima categoría nacional. El primero que se vivió en el Gran Canaria Arena (79-64).

Ficha técnica:

79 – Herbalife Gran Canaria (21+21+16+21): Oliver (8), Kuric (8), Newley (10), Báez (13) y Tavares (13) -cinco inicial-, Urtasun (9), Paulí (-), Kendall (2) OŽLeary (8) y Bellas (8).

Entrenador: Aíto García Reneses.

64 – Iberostar Tenerife (25+13+14+12): San Miguel (6), Richotti (18), Rost (7), Sikma (11) y Sekulic (10) -cinco inicial-, Úriz (5), Tsairelis (-), Lampropoulos (2), Heras (-) y Beirán (5).

Entrenador: Alejandro Martínez.

Árbitros: Pérez Pizarro, Redondo y Sacristán. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de la Liga Endesa disputado en el Gran Canaria Arena ante 7.458 espectadores. Unos 300 aficionados del Iberostar Tenerife se desplazaron con su equipo para vivir el derbi canario. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre del árbitro internacional grancanario Juan Carlos Arteaga.

«Vitamina para el Granca», tituló La Provincia

El equipo de García Reneses se impone al Iberostar Tenerife (79-64) en un derbi intenso

Es el titular de Martín Alonso (La Provincia)

Así lo vio Tinta Amarilla

El derbi sigue siendo amarillo

El Gran Canaria gana su quinto partido en la Liga Endesa tras el logro de atenazar en defensa a un Tenerife que habíá empezado con una gran inspiración ofensiva (76-64). Pero el Arena y su equipo volaron hacia el triunfo con una explosiva reacción

Juan Pedro Borrego

O’Leary, con su protector facial, entra a canasta (C. Torres)

El Herbalife Gran Canaria mantiene su dominio de los derbis canarios como local tras vencer al Iberostar Tenerife en un reñido encuentro (70-64). A pesar de un primer cuarto dominó por los aurinegros, el equipo de Aíto García Reneses se impuso en los siguientes tres, doblegando su esfuerzo en defensa, para terminar por derribar la resistencia tinerfeña, en la que Richotti, con 18 puntos, llevó el estandarte. Tavares fue el mejor valorado de los locales, con 19 de nota y 13 puntos anotados.

Los ataques de ambos conjuntos empezaron imponiéndose a las respectivas defensas. Ambos equipos salieron muy motivados ofensivamente, con el Tenerife más afinado en el tiro exterior, y forzando más faltas de tiro cerca de la pintura. De las seis cometidas por los amarillos, cuatro eran con bonus de lanzamientos que el Tenerife aprovechó con 100% de acierto (8/8). La velocidad anotadora visitante (25 puntos en el primer cuarto) mejoraba la ya importante de los locales (21), a los que se les resistía, sin embargo, la aportación desde el perímetro.

Cambio en el segundo cuarto. El Gran Canaria apretó en defensa en el segundo cuarto. Puso contra las cuerdas la templanza aurinegra; y Heras cayó en el error de beneficiar a los locales con una técnica a sus espaldas que aprovecharon los de Aíto para volver a colocarse por delante en el marcador (28-25) tras un parcial 7-0, y reconducir el partido por una dinámica más acorde a sus necesidades. Lo del alero lagunero era una premonición de la desesperación que se iría contagiando en sus compañeros ante la creciente presión defensiva local.

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Forzando una lluvia de pérdidas visitantes en los primeros compases del segundo cuarto, el Gran Canaria ofrecía una mejor imagen que sólo estropeaba sus ‘alocadas’ acciones ofensivas en busca de poner velocidad de vértigo en el partido. El triple tenía de esos días en los que nada quiere entrar (dos aciertos de 14 intentos al descanso para los locales y 4 de 14 para los visitantes). Pero la clave era defender, dejar al Tenerife en casi la mitad de los puntos que había logrado en los primeros diez minutos y mantener el mismo ritmo en ataque. Así, el Granca se fue al descanso con victoria parcial (42-38).

A la izquierda, Newley coloca una bandeja en el aro tinerfeño (C. Torres)

Más oxígeno. Y aplicando la misma medicina, los grancanarios tomaron más oxígeno en el partido (56-46) a 3:00 minutos para el final del tercer cuarto. Era entonces cuando el Gran Canaria Arena también se entonaba y rezumaba un verdadero ambiente de derbi.  Y se enardeció el ambiente cuando el Herbalife se ponía por primera vez con dos dígitos de ventaja (68-56) a 5:48 para el final.

La necesidad de administrar rentas ponía a prueba a los de Reneses ante un Tenerife con una gran capacidad ofensiva, pero al que se le congeló la muñeca desde la línea de tiros libres en el momento más importante del choque. Con 2:10 por jugarse, Baéz sacó la última canasta psicológicamente desestabilizadora para los visitantes. La falta de Sikma sobre su lanzamiento, le permitía colocar el 75-62 en el marcador; y dar casi por sentenciada una victoria necesaria. Sólo faltó vencer por 18 puntos, que le hubiera dado al Granca la oportunidad de superar en la clasificación a los canaristas.