Ni se acordaba. Había solicitado una consulta con el Digestivo en el Hospital de La Palma. Un olvido nada extraño si se tiene en cuenta que la cita se pidió el 9 de noviembre de 2009, tras una exploración de su médico de cabecera: "Por dolor abdominal en región lateral izquierda y periumbilical (alrededor del ombligo)". En la hoja de registro del hospital decía: "Se avisará al paciente".

Y sí, llamaron, aunque un año y seis meses después. El turno era para el viernes, 1 de abril de 2011, a las 10:30 horas. ¿Cómo es posible que hayan tardado tanto? preguntó a la telefonista que lo avisó. La respuesta: "Es que hemos tenido una muy larga lista de espera en Digestivo, que además sigue subiendo". Tras la breve explicación, se apresuró a preguntar: "¿no quiere la cita?". ¿Cómo que no?, con lo que cuesta conseguirla.

Así que, en pie a las 6:30 de la mañana del viernes, para estar en el hospital a las 8:00 horas. Todos los palmeros piensan que si llegan temprano igual los entran antes. Eso sí, en ayunas desde primera hora. Si vas al Digestivo se supone que no debes comer. Eso es lo que todo el mundo te aconseja.

Allí estaba, en ese pasillo al que llaman "hospital de día" (en donde están los especialistas), sin dolores ni molestias, ni siquiera el recuerdo de haberlas tenido, y con la sensación de estar en medio de un berenjenal. Esto había que contarlo, pero requería algo de tiempo, esfuerzo y mucha paciencia.

Se quedó de pie frente a la puerta del Digestivo, como otras tantas decenas de pacientes. No había asientos. La pequeña sala de espera habilitada en esa zona tiene 19 sillas para cinco consultas de especialistas (Digestivo, Cardiología, Urología, Neumología y Oncología). Pero en aquel pasillo había mucha gente mayor, e incluso una señora embarazada. Todos de pie y en ayunas, como campeones.

Enviado a Gerencia.- Aquel frío y desesperado pasillo se llenó pronto. Era el momento de hacer una fotografía que dejara constancia del panorama. Flash... y apareció una vigilante: "Señor, no puede sacar fotos aquí, acompáñeme a la Dirección". Otra vez a dar explicaciones. Sólo un inconveniente, no quería perder la cita... "no se preocupe, luego entrará".

Más espera en la Gerencia para recibir "instrucciones sobre la intimidad de los pasillos del hospital" por parte del director médico. Menos mal que en estas oficinas, donde trabaja todo el equipo de la Dirección del Hospital General de La Palma, sí hay bastantes sillas para sentarse. El contenido de la reunión era intrascendente y se resume en una frase: "No saque más fotos".

Al pasillo, sin quejarse.- De vuelta al pasillo con la esperanza de no haber perdido el codiciado turno del Digestivo. El reloj marcaba las 11:00 de la mañana. Ya tenían que haberlo llamado. Pero nada, ahí seguían todos los que estaban horas antes, aguantando estoicamente. El estómago también se quejaba en vano.

No se podían hacer más fotos, pero el pasillo cada vez estaba más repleto. Pero pocos levantan la mirada. Es normal, un cartel en la puerta de Digestivo advertía: "Para mejor funcionamiento del servicio se agradece al paciente que pida información sobre su cita en la planta baja (mostrador)". El que lee esto se imagina que los profesionales sanitarios estarán cansados de responder a quejas motivadas por cuestiones administrativas.

Primeras quejas.- Pero no todos los palmeros tienen la misma paciencia. A esa hora ya se escuchaban las primeras flaquezas al paso de una enfermera: "¿Sabe usted si va muy retrasada la lista, porque igual puedo tomar un cortado? Se veía venir: "Si vaya, esto va para rato". Entraban a la consulta a razón de un paciente cada media hora.

Estaba claro que no era el único que llevaba mucho tiempo en lista de espera para venir al Digestivo. Una señora habló de junio de 2009 (un año y 10 meses) y un caballero batió el récord del pasillo: "Yo estoy en la lista desde febrero de 2009", o sea, más de dos años, que se dice pronto.

A las 11:40 ya había cierta desesperación. A su lado se escuchaba el lamento de una mujer de 75 años (la edad se la filtró ella): "!Madre mía¡ acaba de llegar y lo entran antes que a mí". La mujer llevaba en el pasillo, de pie y en ayunas, desde las 8 de la mañana, aguantando el dolor de una hernia desde hace dos años, porque "las pastillas ya no hacen nada".

El médico no hace magia.- Y se hicieron las 12 del mediodía. Entonces sonó su nombre. Llegó el momento de entrar a la consulta del Digestivo, un año y medio después de pedirla y tras cuatro horas de pie en ese tormentoso pasillo del hospital de día.

Dentro del despacho era todo cordialidad. ¡Qué diferencia! La auxiliar una joya de persona y el propio doctor todo amabilidad. Le atendió Leopoldo Lage, un médico cubano. Era nuevo. Acababa de ser homologado como digestivo. Hasta ahora trabajaba de médico de cabecera en diferentes centros de la Isla. A penas llevaba 15 días como especialista en el hospital, con un contrato de seis meses. Era, por tanto, el tercer médico digestivo del centro, habilitado con la intención de reducir la eterna lista de espera.

Antes de pasar a la parte personal de la cita, la pregunta era obligatoria: ¿Cómo es posible que estén llamando a pacientes tras dos años en lista de espera? El doctor no ocultó su parecer: "es tremendo, la lista es muy larga, hay mucha demanda, pero no podemos hacer magia. Atendemos a unas 15 personas diarias. También es verdad que hoy, por ejemplo, he estado esperando por algunos pacientes que no llegaron hasta las 9:30 horas". Igual es por los acostumbrados retrasos que los palmeros sufren cada vez que acuden a un especialista.

"Pida otra cita".- Y el doctor fue al grano, "¿que le dolía?". Era difícil explicarlo cuando hace casi dos años que no recordaba la molestia. "¿Y ahora le duele?", no, los ruidos son más bien por el hambre.

De aquella consulta surgió la necesidad de realizar una analítica aclaratoria y una nueva cita para el mismo Digestivo. Así que, "baje usted a Control de Citas a pedir otro turno".

Y allí estaba de nuevo, en otra cola para volver a entrar en la eterna lista de espera para esta especialidad. Curiosamente, todo acabó justo como empezó, en palabras de la misma oficinista: "este doctor es nuevo y aún no tiene agenda de visitas hecha, por lo que ya le llamaremos para informarle de cuando será su consulta". ¿Otra vez?

listas de espera

3.634 consultas y 603 operaciones

Según los datos publicados esta misma semana por el Servicio Canario de Salud, el Hospital General de La Palma, a 31 de diciembre de 2010, respecto a la atención especializada para dolencias relacionadas con el aparato digestivo, ha pasado de 655 personas en lista de espera para ser atendidos por un facultativo a un total de 941 pendientes de obtener una consulta. Es la mayor lista de espera en las especialidades médicas de este hospital, junto con la de Dermatología (896) y Neurología (500). En total, entre las 16 especialidades contabilizadas se suman un total de 3.634 consultas pendientes de realizar, casi 1.000 más que hace un año. En cuanto al Servicio Quirúrgico, cuenta con una lista de pacientes en espera de 603 personas, a la misma fecha. El número es casi exacto al que se tenía a finales de 2009. Destacan Traumatología y Oftalmología con 189 y 180 respectivamente.