No llegó a los 80 kilómetros la distancia que recorrió Javi Lamas en la noche del sábado para cumplir con las dos tareas que se le asignaron. El portero onubense, que no había jugado ni un partido de Liga esta temporada, fue suplente con el primer equipo de la UD Las Palmas en la visita que realizó el sábado al feudo del Hércules y, unas 16 horas después, formó parte de la alineación del filial que perdió por la mínima y de penalty en Sangonera (Murcia). Fue su primer partido desde el pasado junio.

"Sí se puede considerar un fin de semana raro, pero en realidad sucedió lo que todo futbolista sueña: ir convocado con el primer equipo y debutar en el segundo. Y más en mi caso, que llevo toda la temporada lesionado. Por la parte personal, parecería un buen fin de semana, pero realmente fue malo por los resultados. Cuando no sumas, te quedas tocado, y más con lo necesitado de puntos que estamos", señala Javi Lamas, uno de los artífices la pasada campaña del ascenso de Las Palmas Atlético a Segunda División B.

El onubense detalla cómo en una hora pasó de compartir mesa y mantel con los profesionales de Segunda A a convivir con los que son sus compañeros habituales esta temporada, los "platanitos". "Cené en Alicante, en el hotel, tras el partido contra el Hércules y después, en un coche alquilado, me llevó a Murcia un directivo, acompañándonos el utillero. No es mucha la distancia. Llegaríamos al hotel sobre las 23:30 horas", narra,

Una dismetría pélvica supuso un calvario en la carrera de Lamas, inédito más de seis meses. "Me estaba afectando a los músculos, aunque no se diagnosticaba otra patología y la dismetría no debía dar problemas. Ahora ya está superada y si tengo molestias es por la falta de actividad", señala un portero que espera seguir jugando.