De fondo, la canción ganadora para representar a Suecia en Eurovisión. En primer plano, el intérprete de la lengua de signos que ha revolucionado el concurso. Porque más allá de traducir las canciones Tommy Krangh, lo da todo. Le pone tanta pasión que eclipsa las interpretaciones. Se deja llevar por el ritmo, sus expresiones faciales son espectaculares, su entusiasmo lo mejor. Es todo un fenómeno viral y ya hay quien pide que acuda al festival porque intuyen que con él en el escenario Suecia arrasaría.