El debate sobre la hora -en concreto sobre la supresión del cambio de hora y tener que elegir, de forma definitiva, o el de verano o el de invierno- comenzó cuando una comisaria europea propuso el año pasado que se deje de cambiar la hora en todos los países de la Unión Europea. Dando razones: que no se ahorra energía y que es malo para la salud. Pero el debate se extendió por Europa.