El boom del "running" ha hecho que cada fin de semana en España haya más de 300 mil personas participando en carreras populares. Muchos de más de 40 años, pruebas cada vez más exigentes. Y ayer dos nuevas muertes. Francisco de 57 años fallecía en el kilómetro 17 de esta maratón en Castellón. Sólo tres semanas antes había corrido la maratón de Barcelona. Juan acababa la prueba, pero horas después su corazón se paraba en la habitación del hotel. Pero ¿cómo se controla en España el estado físico de los corredores? Sólo los atletas federados pasan reconocimientos médicos periódicos. El resto depende sólo de cada persona. Ninguna carrera popular exige un chequeo médico para poder correr. En Francia por ejemplo es necesario un certificado médico para cualquier carrera popular. Esta es la media maratón Behobia-San Sebastián, especialmente dura. Desde 2002 cuatro corredores han perdido la vida. Aún así las estadísticas son bajas. Sólo uno de cada 50 mil corredores mueren cada año por muerte súbita.