Este viernes, el Papa Francisco ha abierto la primera Puerta Santa en una estación ferroviaria, concretamente, la de un albergue y un comedor de Cáritas, en la Estación Termini, la mayor de Roma. El papa ha pedido misericordia y cercanía con los "marginados de la sociedad" durante el acto, uno de los más simbólicos del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. "Que esta puerta de la caridad, que acoge a tantos marginados de la sociedad, haga reflexionar a los romanos sobre qué ocurriría si se sintieran", ha dicho el pontífice durante su homilía.