Desde el cielo, el desbordamiento del río Ebro ofrece su aspecto más impresionante. Desde Zaragoza a Pradilla, pasando por Novillas, cientos de hectáreas de la ribera alta aragonesa han sido anegadas por su caudal. Carreteras cortadas, campos anegados, y vecinos desalojados ante la previsión de una mayor crecida en las próximas horas. Se trata de las peores inundaciones en los últimos 10 años. En Luceni, los vecinos han sido trasladados a un pabellón municipal y han contado con la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias. En Boquiñeni reina la indignación, sus vecinos dicen sentirse "engañados" por la Diputación General de Aragón (DGA) y por la Confederación Hidrográfica del Ebro.