Es habitual que en China sucedan casos de niños atrapados en rincones insospechados y que tienen que ser rescatados por los bomberos. Uno de los últimos casos es el de una niña de cuatro años que quedó atrapada sobre el aparato de aire acondicionado de la fachada de un edificio. Hasta el tercer piso, por la fachada, ha tenido que descolgarse un bombero para rescatarla. Atado a la cintura ha conseguido llegar hasta ella, cogerla y arrastrarla hasta el interior de la vivienda. Consiguió ponerla a salvo de una caída fatal, pero no de la bronca de su madre.