Este verano han muertos 223 personas en las carreteras españolas. Son diez menos que el año pasado que ya se consideró un descenso récord. Es más, habría que remontarse a 1960 cuando el parque móvil era 30 veces menor. El verano ha sido bueno, pero en el acumulado anual ya van más muertos. Hasta el 31 de agosto 730 fallecidos, siete más que en 2013. Y una de las causas son las carreteras secundarias, donde se han producido 166 muertos este verano. Aún así son dos menos que en 2013. Además pisamos menos el aceledaror, porque en autopistas y autovías se ha pasado de 55 muertos a 38.