Uno de los violines que se tocaron el día en el que el Titanic se hundió, en 1912, está siendo expuesto estos días en el museo Titanic Belfast antes de ser subastado. Su dueño era Wallace Hartley. Dirigía la orquesta que se embarcó en el Titanic el día que este se hundió. Ninguno de sus músicos dejaron de tocar sus instrumentos, incluso cuando el trasatlántico se hundía. El violín se encontró días después del hundimiento atado al cuerpo del músico. Era un regalo de su esposa por su compromiso matrimonial. Tras seis años investigando su autenticidad han sido Alan y Henry Aldridge quienes han certificado que efectivamente es el violín de Hartley. Ahora se expone junto a su funda de piel. Pero se va a subastar. Su precio podría alcanzar los 350 mil euros. Quien se lo lleve a casa se lleva consigo no solo un violín, también un pedazo de historia.