Durante la tarde del martes, la excavadora ha seguido trabajando en el interior de las Quemadillas para que los arqueólogos puedan hallar pistas sobre el paradero de los pequeños Ruth y José. Como testigos directos de su desaparición, están los padres de José Bretón que esperaban sentados en el exterior, llorando: "Esto es muy cruel; es demasiado". La policía busca a sus nietos, los busca en su casa, con su hijo dentro.