La madre del niño de tres años desaparecido en Valencia se sigue aferrando a la idea de que su hijo sigue vivo a pesar de que la policía da fiabilidad al testimonio de sus dos amigas, ahora en prisión provisional, que aseguran que el niño murió accidentalmente al caerse en la bañera y que ellas, asustadas, arrojaron el cadáver a un contenedor.