Raquel tiene hoy 27 puntos en la herida que su pareja le produjo en el cuello. Está viva gracias a Trini, su hija de cinco años. La pequeña se abrazó a su cuello para que el padre no la agrediera más. Un gesto que también evitó que se desangrara. Todo empezó con una fuerte discusión entre Raquel y su pareja desde hace siete años.