El evento suele congregar a un millón de personas cada año. El día de la inauguración, dedicado al público infantil, una gran afluencia de público se congregó en las calles para observar el desfile de carrozas de los más pequeños con las caras pintadas, trajes regionales y muchas banderas de Jamaica. Todo ello aderezado con sonido de tambores y notas de reggae, música africana y Samba.