A las 11:00 de la mañana, Pedro Sánchez se encontraba ante el Rey y las más altas instituciones del Estado para prometer el cargo de presidente del Gobierno sobre la Constitución. Sin símbolos religiosos, como ya hizo tras la moción de censura; ni Biblia ni crucifijo. Después, saludo con el Rey y fotos de familia. Al terminar, cuando los flases dejan de disparar y los micrófonos de grabar, en un ambiente distendido, Sánchez le ha comentado al Rey lo breve que ha sido la ceremonia comparado con el tiempo que le ha costado llegar hasta aquí. La respuesta del Rey, en tono jocoso: "Ha sido rápido, simple y sin dolor. El dolor viene después". Y es ahí cuando el presidente le ha admitido, también bromeando, que le han dado muchas preocupaciones.