Los mineros llegan para emprender el último tramo hasta Julen. Descargan todas las herramientas necesarias para el rescate y se acercan hasta la boca del pozo paralelo. El agujero en el que se introducirán tiene 72 metros de profundidad. Lo harán en una jaula y de dos en dos. Con un hacha, una pala y un martillo neumático cada pareja cavará durante 40 minutos. La intervención puede durar, al menos, 24 horas