Una discusión, como ocurrió en Málaga, parece que fue el detonante de la estampida en la madrugá sevillana. Las cofradías y el alcalde de Sevilla han mantenido una reunión para evaluar lo sucedido, quieren que no vuelva a ocurrir y plantean que se limite el consumo de alcohol en una fecha tan señalada. También han acordado que el próximo año haya videovigilancia y más control en las prcesiones. Hubo más de un centenar de heridos y ocho detenidos.