Rajoy lo dejó claro. Se quiere quedar y seguir trabajando al frente del PP porque le quedan "muchas fuerzas". No tiene intención de echarse a un lado y va camino de convertirse en el presidente más longevo del partido. Este sábado fue reelegido con un apabullante 95,65% de los votos, algo inferior al 97% conseguido en el congreso de Sevilla hace cinco años, pero igualmente incontestable. Y no se vislumbra límite a su mandato ni sucesores en el horizonte.