Noviembre de 2005, se celebra la primera edición del Foro Illes Balears. El abogado y diputado socialista Antoni Diéguez, que ya había destapado al menos otros dos casos de corrupción, decide consultar en el Parlament las cuentas de aquel Foro. Cuando accede a los documentos, se encuentra con un presupuesto desorbitado de más de un millón de euros.