Precintan ordenadores, discos duros y sobre todo teléfonos. Los agentes revisan minuciosamente los móviles, almacenan hasta 400 fotos de chicas dispuestas a prostituirse. Las más cotizadas, las menores de edad, de 14 a 17 años. Los clientes detenidos, 15 personas, pagaron por ellas de 80 a 200 euros. Sorprende el modo en el que la red captaba a las chicas, buscaban en páginas de anuncios a jóvenes que se ofrecieran en trabajos poco cualificados, como paseadoras de perros o cuidados de ancianos y niños. También las captaban en discotecas o en colegios. Las prostituían en varios pisos de Murcia.