Los familiares de los tripulantes del avión llegaban por la mañana a la sede de Swiftair sin apenas información. Ya por la tarde, miembros de la Cruz Roja les daban apoyo psicológico. Confirmado el accidente, nadie de la empresa ha querido hacer ningún tipo de declaración. El avión lo pilotaban los mallorquines Agustín Comeron y Isabel Gost.