Ser pato tal día como hoy en Sagunto es algo que provoca "estrés, angustia y miedo". Lo dicen los defensores de los animales. Por eso, se prohibió esta tradición en 2010. Ahora, con más vigilancia y evitando que sufran los 120 patos que se han lanzado al agua este año, alza de nuevo el vuelo una fiesta con más de 70 años de antigüedad.