Mucho han cambiado las cosas desde aquellas imágenes idílicas de Urdangarin posando para la foto de familia en el Palacio de Marivent. Su popularidad ha caído en picado entre los mallorquines. Será difícil volver a ver a la Infanta Cristina y a su marido participando activamente en la vida social de la isla, disfrutando de las regatas, de las cenas del club náutico, o acompañando a los Reyes y a los Príncipes en los diferentes actos oficiales.