Indignación, desconsuelo, impotencia. Son los sentimientos de muchos de los pasajeros que desde la noche de este viernes tratan de averiguar cómo sobreponerse al cierre de Spanair y, por tanto, sobreponerse a la pérdida de sus vuelos y maletas. En Barajas, el personal de la aerolínea se esforzaba en tranquilizar e informar a los afectados, pero muchos se sienten abandonados. "Es una vergüenza, esto sólo pasa en países tercermundistas", explica un hombre que se ha quedado en tierra. Otra chica sólo quiere recuperar su maleta, pero como no hay personal, no sabe cuándo podrán ayudarla.