Mario Vargas Llosa ha dicho que no a presidir el Instituto Cervantes. Lo ha meditado mucho, pero cree que su labor literaria es incompatible con ser el embajador del español en el mundo. Es la segunda vez que el premio Nobel de literatura rechaza esta propuesta, José María Aznar ya se lo pidió en 1996 y en ese momento dijo que prefería conservar su independencia y su libertad.