Unos 200 pasajeros de Ryanair han tenido que esperar casi 3 horas dentro del avión con temperaturas que llegaban a casi los 50 grados dentro de la nave. El avión que debía despegar con destino tuvo un problema con el compresor según el comandante y la espera sin aire acondicionado y sin suficiente botellas de agua para todos provocó momentos de gran tensión.