Varios centenares de personas han vuelto a dormir en la plaza de Catalunya. El movimiento de los indignados continua y han pasado una noche tranquila. En asamblea los participantes han decidido que cada noche a las nueve se hará una cacerolada de protesta y han hecho un llamamiento para que la ciudadanía acuda el sábado, día de reflexión, a las seis de la tarde a la plaza Catalunya. Los que se quedan a dormir tienen claro que la movilización cada día va a más y que si va la policía a desalojarlos harán resistencia pacífica y volverán a ocupar la plaza. La Junta Electoral intentará unificar hoy criterios porque ha prohibido estas concentraciones en Madrid pero las permite en la capital catalana. También se pronunciará sobre la gran manifestación convocada para el sábado, la jornada de reflexión.