El Mallorca perdonó este lunes ocasiones clarísimas en su visita al estadio de Riazor (1-0) y en el tiempo añadido, y de penalti, el Deportivo se lo cobró para impedir que los bermellones aseguraran la promoción de ascenso y para coger vida en esa misma batalla por subir a Primera. El Mallorca necesitaba un punto para sacar el billete para luchar por el ascenso y lo acarició en un partido en el que supo contener en la primera parte y en el que se encontró con las paradas de Dani Giménez en la segunda. No fue capaz de marcar y el fútbol le castigó.