Más de 100 inmersiones en más de 600 horas de trabajo. Es el tiempo que le ha llevado a un grupo de investigadores mexicanos descubrir unos restos subacuáticos en el estado de Quintana Roo, en la Península del Yucatán, donde ha aparecido esta otrora operación minera que comenzó hace 12.000 años y que duró unos dos milenios. Extraían ocre rojo, un mineral muy preciado por los pueblos prehistóricos.