El Papa ha empezado 2020 entonando el ‘mea culpa’ después de la reacción un tanto brusca que tuvo anoche hacia una peregrina algo insistente. Pido perdón por el mal ejemplo de ayer, ha dicho el pontífice. Excusándose así por la falta de paciencia que tuvo ante la insistencia de la mujer que le agarró el brazo para que la saludara y a la que terminó dándole un manotazo. Según Francisco, "todos perdemos la paciencia a veces".