89.000 agentes en toda Francia, 8.000 en París, una docena de blindados. Un férreo dispositivo que actúa para intentar evitar la violencia en las calles. Sin embargo, los manifestantes tratan de cortarlas y los desafían. "¡Qué guapo está con las flores!", se mofa este hombre, mientras el policía permanece impasible. Cuando tratan de traspasar las zonas prohibidas, les lanzan gases lacrimógenos.