Araceli, una venezolana que emigró a primeros de año a Perú, se ha reencontrado por fin con sus hijas. Ha conseguido traerlas casi en el tiempo de descuento, porque desde este sábado el gobierno de Lima exige pasaporte a los ciudadanos de Venezuela. El documento resulta difícil de conseguir con celeridad dada la crisis generalizada que sufre el país. Perú se ha unido a las restricciones impuestas por Ecuador ante el éxodo de venezolanos, un fenómeno que ha colapasado las fronteras de los países vecinos. La crisis migratoria ha forzado a la ONU a intervenir, mientras el gobierno de Maduro, a través de su ministro de Información, pide a sus ciudadanos que regresen a casa. Con una inflación que, según el FMI podría alcanzar 1.000.000%, de nada valen las remesas que envían los venezolanos en el exterior a sus familias. Ahora les piden que emigren y se reúnan con ellos.