Said Faruk, de 28 años, funcionario municipal, asiste a una fiesta en el Inland Regional Center, un centro para discapacitados, en San Bernardino, en el estado de California, EEUU, cuando tras una discusión se marcha enfadado. Regresa un rato después con su esposa Tashfeen Malik, de 27 años, ambos fuertemente armados, con fusiles de asalto, pistolas semiautomáticas, ropa negra y las caras cubiertas. Entran en el edificio y disparan a discreción. Matan a muchos de los que estaban a su alrededor y mientras empiezan a llegar las primeras llamadas de auxilio a la policía.