Un día y medio después del atentado, el centro de Bangkok vuelve a la normalidad. El templo de Erawan ya está abierto al público. Monjes budistas y decenas de residentes rezan y encienden velas frente al santuario. No son los únicos, los turistas más curiosos fotografían el lugar donde una moto bomba mató a 22 personas. La zona centro de Bangkok vuelve a estar abarrotada de turistas, a pesar de que varios medios ponen en duda la seguridad del lugar.